Por Jaime Restrepo V.
El reciente nombramiento de Daniel Coronell como director de noticias de la cadena Univision pone en el centro de la actualidad a este personaje, de cuyas andanzas nos hemos ocupado en varias ocasiones: "Rodeados de bandidos", "Los defensores de Daniel Coronell", "El Coronell sí tiene quien le escriba" y "¿Para qué será la lista?".
En agosto de 2005, la revista La Otra Verdad, dirigida por Pedro Juan Moreno Villa, dedicó buena parte de su edición a ilustrar el prontuario del personaje, como lo explicó en su momento el fallecido Moreno Villa. A continuación reproducimos algunos apartes de la información publicada en dicha revista por considerarlos del máximo interés tanto para los lectores habituales de este blog como para los espectadores de la cadena estadounidense. La serie consta de cuatro secciones, que publicaremos entre hoy y el jueves.
En agosto de 2005, la revista La Otra Verdad, dirigida por Pedro Juan Moreno Villa, dedicó buena parte de su edición a ilustrar el prontuario del personaje, como lo explicó en su momento el fallecido Moreno Villa. A continuación reproducimos algunos apartes de la información publicada en dicha revista por considerarlos del máximo interés tanto para los lectores habituales de este blog como para los espectadores de la cadena estadounidense. La serie consta de cuatro secciones, que publicaremos entre hoy y el jueves.
¿QUÉ TAL ESTO?
Daniel Coronell, propietario y director de Noticias Uno, mediante un polémico tribunal de arbitramento en la Cámara de Comercio de Bogotá, pretende ganarle al Estado la no despreciable suma de $11.000.000.000. Su argumento es que las deficiencias técnicas en la señal de la televisión pública y el incumplimiento de la Comisión Nacional de Televisión en los reajustes de las tarifas impidieron el desarrollo económico de su empresa NTC. Pero la Contraloría revela anomalías en el proceso por incompatibilidades: “Coronel resultó ser socio de uno de los peritos y del comisionado Darío Montenegro”.
Cuando se produjo la elección el pasado diciembre de 2004 del periodista Fernando Álvarez como comisionado de televisión, se desató un inusitado escándalo protagonizado por algunos medios de comunicación. Dos periodistas de ligas mayores como Daniel Coronell y Félix de Bedout se refirieron despectivamente a su colega, el recién elegido comisionado, al que prácticamente redujeron a la condición de un “don nadie”, e hicieron un esfuerzo por descalificarlo, lo que no dejó de resultar extraño en el medio. “Aquí hay gato encerrado”, se empezó a escuchar en los círculos periodísticos y televisivos.
Fernando Álvarez había derrotado en su elección a Javier Ayala, antiguo jefe y amigo cercano de Daniel Coronell y de Félix de Bedout en el desaparecido Noticiero Nacional y quien, para ese momento, se desempeñaba como Director de la Comisión Nacional de Televisión (CNTV). Muchos de los que conocían a Álvarez, antiguo periodista de Semana, “El Vaquero”,(…) se preguntaron a cuenta de qué se convertiría en el objetivo de estos dos afamados periodistas. “Álvarez se le atravesó a Ayala en un negocio muy grande”, fueron algunas de las frases que comenzaron a rodar en el medio y que presagiaban algo fuera de lo común.
La Otra Verdad se dio a la tarea de investigar qué había detrás de esa andanada de los dos famosos comunicadores contra su colega: la verdad de la historia es que está en juego la suerte de un fabuloso negocio de los dos periodistas, Coronell y de Bedout, socios principales de la programadora Nacional de Televisión y Comunicaciones S.A. (NTC S.A.) que produce Noticias Uno, quienes pretenden ganarle al Estado, a toda costa, cerca de 12 mil millones de pesos por cuenta de una bien pensada demanda contra la CNTV.
La cinematográfica historia surge porque la empresa NTC, concesionaria de la CNTV desde 1997, interpuso el 30 de junio de 2004 una demanda arbitral contra esta entidad estatal ante la Cámara de Comercio de Bogotá, a través de su apoderado Ramiro Bejarano Guzmán, célebre ex director del DAS en el gobierno del presidente Ernesto Samper Pizano. En ella pretende ser indemnizada con $11.567.684.661.
En el proceso atendido por el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio, NTC asegura que la CNTV en forma unilateral incumplió el contrato en relación con los reajustes de las tarifas por concepto de pauta publicitaria, lo que la perjudicó. También asegura que existieron fallas en la red pública por falta de mantenimiento lo que, según el demandante, afectó el nivel de su rating.
Árbitros y peritos a la medida
El proceso de arbitraje está lleno de hechos que no dejan de ser llamativos y que crean ciertas dudas. Uno de ellos surgió cuando Coronell llamó a su amigo Ayala en momentos en que este era Director de la CNTV y le propuso algo que para algunos entendidos en la materia resulta inusual en los tribunales de arbitramento, aunque para el Director de Noticias Uno no tiene nada de ilegal. Le dijo que, como contractualmente estaban facultados para nombrar a los tres árbitros que dirimirían el pleito entre las dos partes, no se sometieran al sorteo que tradicionalmente hace la Cámara de Comercio en estos casos.
Este singular acuerdo quedó plasmado en una carta que, el 31 de julio de 2004, un sábado, le hicieron llegar a Jorge Acosta Vallejo, gerente de NTC, y Javier Ayala, Director de la CNTV a Rafael Bernal Gutiérrez, director del Centro de Arbitraje y Conciliación Mercantil de la Cámara de Comercio de Bogotá, en el cual le informan que han designado sus árbitros para dirimir el conflicto; el reconocido ex ministro liberal y ex constituyente Jaime Castro Castro, Ricardo Hoyos Duque y Consuelo Sarria Olcos.
Así, Coronell y Ayala lograron el objetivo: nombraron juntos sus árbitros de confianza en consenso según sus criterios y conveniencias, lo que no es ilegal pero que, a juicio de los expertos, cierne un manto de dudas en un proceso de arbitramento de esta clase, que debe ser ciento por ciento transparente porque son los recursos del Estado los que están en juego. ¿Por qué no se sometieron al sorteo tradicional que hace la Cámara de Comercio en estas instancias?, fue una de las preguntas que se hicieron los expertos en el tema.
Así, Coronell y Ayala lograron el objetivo: nombraron juntos sus árbitros de confianza en consenso según sus criterios y conveniencias, lo que no es ilegal pero que, a juicio de los expertos, cierne un manto de dudas en un proceso de arbitramento de esta clase, que debe ser ciento por ciento transparente porque son los recursos del Estado los que están en juego. ¿Por qué no se sometieron al sorteo tradicional que hace la Cámara de Comercio en estas instancias?, fue una de las preguntas que se hicieron los expertos en el tema.
Mañana: 2. Las denuncias de la Contraloría contra Coronell y sus compinches.
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