31 de octubre de 2011

Mapiripán y el suculento negocio de los derechos humanos

Por Jaime Restrepo Vásquez

Al ver el escándalo surgido en los últimos días por las falsas víctimas de la masacre de Mapiripán, llama la atención el esfuerzo casi unánime por culpar de semejante atraco mafioso a una figura jurídica conocida como el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo. Es más: durante los primeros días, en las informaciones que aparecían a diestra y siniestra, quedaba oculto el nombre de los abogados de las víctimas, quienes actuaron en representación del Colectivo.

Finalmente, en un comunicado del Colectivo de Abogados, apareció un nombre que vale la pena considerar: Luis Guillermo Pérez Casas. Este jurista, quien actuó en el proceso penal en representación de las víctimas de Mapiripán, ha seguido trabajando activamente en otros asuntos de gran trascendencia nacional: Pérez Casas es el abogado de las víctimas de las “chuzadas” y es el mismo que, con alaridos y arengas, intentó sabotear la declaración de Álvaro Uribe Vélez ante la Comisión de Acusación.

Pérez Casas es la fuente, representante y aliado de Iván Cepeda Castro, congresista que difunde las peroratas del abogado de las indemnizadas víctimas de Mapiripán en su página oficial de You Tube.



Pues bien. El mismo abogado de las “víctimas de las chuzadas” es el nombre que se ha querido ocultar ante la ciudadanía en el fraude mafioso de Mapiripán, poniendo en el ojo del huracán al Colectivo de Abogados, que ahora se declara víctima engañada de los astutos campesinos que planearon un fraude colosal contra el Estado, utilizando a los inocentes e ingenuos abogados del Alvear Restrepo quienes, pobres de ellos, terminaron con cientos de millones de pesos en sus bolsillos.

Según los medios, el Estado pagó más de 5.200 millones de pesos a las falsas víctimas de la masacre, aunque según la ONG DEMIL, la cifra asciende a más de 15 mil millones de pesos, todos entregados a representados del Alvear Restrepo.

¿El abogado de Cepeda es tan, pero tan ingenuo como para dejarse arrastrar a un fraude de semejante magnitud, sin sospecharlo siquiera? De hecho, la testigo que terminó por dejar en evidencia la punta del Iceberg del negocio mafioso de los derechos humanos, señaló que fue engañada por el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo para que presentara a su esposo y a sus dos hijos como víctimas de la masacre de Mapiripán.

Incluso, cuenta la testigo, el otro abogado del Colectivo que estaba representando a las víctimas, Eduardo Carreño, le dijo “deje así”, cuando le informó que uno de sus hijos había aparecido después de desmovilizarse de las FARC: "Yo les dije que mis hijos estaban desaparecidos (...) Y ahorita aparece mi hijo mayor, entonces aquí se lo traigo (...) El (Carreño) le pregunto cómo se llama, y él respondió 'fulano de tal', él es muy miedoso y muy nervioso, muy temeroso (...) Él le dijo unas palabras y le dije, doctor, qué tengo que hacer, dijo: no, dejemos así", revelo la víctima. ¿Será que el compañero de batalla, Luis Guillermo Pérez Casas, no sabía de los movimientos de Carreño, y solo le importaba el monto que recibiría por su acción “altruista”?

¿Cómo iba a permitir el Colectivo que se reportara el regreso de un desaparecido de cuya indemnización ya habían sacado una buena tajada? Como lo afirma el propio ministro de Justicia, el Colectivo de Abogados, a través de sus representantes Luis Guillermo Pérez y Eduardo Carreño, “trataron de hacer aparecer un episodio absolutamente lamentable, infinitamente más grande de lo que fue, solo con el propósito de sacar provecho económico de él”

Lo cierto es que el escándalo por las falsas víctimas de Mapiripán deja en evidencia a las mafias que se lucran de los derechos humanos al tiempo que siembra una enorme duda sobre los procesos, las denuncias y la persecución implacable contra el uribismo: ¿A cuántos testigos arrepentidos por un falso testimonio les habrán dicho, “deje así”? ¿Qué tipo de patrañas habrán fraguado para condimentar sus escándalos y de esta manera asegurarse el botín de las indemnizaciones?

Izq. Luis Guillermo Pérez. Centro: Iván Cepeda, durante la
la declaración de Álvaro Uribe en la Comisión de Acusación.

Cuando uno piensa en la relación existente entre Luis Guillermo Pérez con Iván Cepeda, hay que rescatar un hecho fundamental: en el caso de Mapiripán, la Fundación Manuel Cepeda Vargas se constituyó en parte civil dentro del proceso. Dicha Fundación es dirigida por Claudia Victoria Girón, esposa del Congresista Iván Cepeda. Además, la Fundación de la familia Cepeda-Girón es parte activa del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, MOVICE, ONG que surgió del Proyecto Colombia Nunca Más, en el que figuraban además, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz y otras 15 ONG, todas ellas, entusiastas defensoras del porcentaje que dejan las indemnizaciones de las víctimas.

Por donde se le mire, la relación entre los negocios de derechos humanos de la familia Cepeda-Girón y el Colectivo de Abogados representado por Pérez Casas ha sido beneficiosa en el caso Mapiripán, pues el caso de las falsas víctimas dejó importantes dividendos para quienes fueron sus representantes.

Ahora Juan Manuel Santos tiene miedo de que el asunto de las falsas víctimas de Mapiripán, se replique en la aplicación de la Ley de restitución de tierras y reparación de víctimas, fingiendo gran sorpresa ante el accionar de las mafias de los Derechos Humanos… ¡Muy tarde! Los adefesios ya son Ley de la República y están servidos para que se cuelen no solo falsos beneficiarios sino, y sobre todo, colectivos, ONG de Derechos Humanos y abogados codiciosos; que en alianza con políticos herederos de la combinación de todas las formas de lucha, manipularán el asunto para alzarse con el botín.


Algunas “víctimas” de Mapiripán
Esta estafa es un hecho, como lo ha ratificado la propia fiscal general, quien aseguró que “la Fiscalía tiene la certeza de que hay nueve (víctimas) que no lo fueron: algunas están vivas y otras murieron antes o después de la masacre de Mapiripán”.

En estos tres casos puntuales, el fraude asciende a más de 3.400 millones de pesos. El 30 % que cobran los “altruistas” representantes de las falsas víctimas llega a más de mil millones de pesos.

Mariela Contreras: afirma haber sido engañada por representantes del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo. Ella declaró ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sobre la desaparición y muerte de su esposo y sus dos hijos quienes no habrían perecido en la masacre de Mapiripán. Recibió 1.751 millones de pesos, de los cuales el 30 %, es decir, 525 millones de pesos, fueron para los abogados del colectivo. La señora Contreras se retractó y dijo que uno de sus hijos, Hugo Fernando, estuvo en la guerrilla y se desmovilizó en 2008.

Familia Pinzón López: En este caso el Estado, a través del Ministerio de Defensa, les pagó 1.258 millones de pesos, sin embargo la Fiscalía comprobó que una de los integrantes de esta familia, Jaime Riaño Colorado, falleció en 1989.

Wilson Molina: otra de las víctimas que debía ser reparada por el Estado. Apareció con vida, figurando en unas bases de datos como desplazado en enero de 1999. En febrero de 2003 tramitó un duplicado de su cédula. Este ‘muerto’ que resultó vivo recibió 394 millones 600 mil pesos.

4 comentarios:

BRABONEL dijo...

Los medios de comunicacion haran su trabajo y un caso que desde cualquier punto es realmente grave lo ocultaran debajo de la mesa. El antedesedente sobre este caso demuestra que aquellos que no estaban de acuerdo con el llamado ley de victimas tenian razon. La ley de victimas que se vendio como lo mejor que le podia pasar al pais en materia de "reconsiliacion" y es eje de la union nacional (demostrando en las ultimas eleciones que el engrase de las maquinarias estaba sujeta a la gran cantida de plata de dicha ley)queda sentida. Santos solo le basto decir que Colombia era adicta a la corrupcion, lastima que lo unico que atino a decir cuando le hablaron de la pelogrisida de semejante ley: no me importa que al gobierno anterior no le gustara por que a mi si y punto.

Atrabilioso dijo...

BRABONEL:

Eso es cierto: barrerán el tema por debajo de la alfombra ya sea con las reinas de Cartagena o con los partidos de la Selección y semejante monstruosidad, quedará en el olvido muy pronto.

La Ley de víctimas es un atraco al erario y fortalecerá la maquinaria que ayer ganó... el nuevo Alcalde de Bogotá, en un discurso de campaña a la presidencia, habló de la Ley de víctimas, de la guerra y de la política del odio, discurso muy similar al de Cepeda y compañía.

Saludos.

BRABONEL dijo...

Atrabilioso, Petro como siempre aprobechando cualquier triunfo no importa su pequeñes para hacerle ver como lo mas grande y que se debe a su cacareado discurso. Petro gano por la divicion que se gesto desde el gobierno Santos entre los votos anti polo, mejor dicho Petro le debe su triunfo a la oligarquia que tanto dise odiar y ahora queda empeñado con ellos.

Atrabilioso dijo...

BRABONEL:

Es que las formas democráticas y el respeto por las prácticas éticas y lícitas, no son impedimentos ni están en el inventario de la izquierda "democrática".

Sin embargo, la génesis de esto también está en el embeleco de la segunda reelección, tiempo que se perdió para organizar una agrupación política con cuerpo de doctrina, idearios y liderazgos de relevo.

Saludos.