Por Jaime Restrepo.
La primera vuelta presidencial fue una jornada que solo unos pocos iluminados pudieron presagiar: Hay muchas lecciones políticas para el que las quiera aprender y mientras se escucha la misa de réquiem por los cadáveres políticos, otros hacen cuentas después de pagar las facturas generadas por las torpezas.
La factura al embeleco de la segunda reelección
Aunque la campaña a la Presidencia de la República comenzó después de las elecciones del 16 de marzo, el capricho de la segunda reelección le pasó una costosísima factura al uribismo: no ganar en la primera vuelta.
Fue la segunda reelección la que dividió al uribismo entre los que respaldaban la maniobra y los que nos opusimos con feroz resistencia a semejante engendro. Era tan difícil que pasara la iniciativa, tan complicada la situación política que podía generar, tan incierta frente al crecimiento de los quistes de corrupción, tan alejada de la ley; que era una pérdida de tiempo que desdibujaría el mapa político uribista. De paso, la segunda reelección impidió que el candidato uribista se lanzara de lleno a la arena política, lo que les dio alguna ventaja a las demás campañas.
Además, la división que generó la segunda reelección en el uribismo quedó plasmada en la primera vuelta: Entre Germán Vargas Lleras y el partido Conservador (Noemí en sí es una gran incógnita) sumaron 2’363.681 votos, es decir, sumados obtuvieron el 16,27% de los votos en primera vuelta. Si el urbismo hubiese llegado unido en torno a un solo candidato, habría logrado la victoria en primera vuelta, pues en total, los votos uribistas habrían alcanzado el 62,83%, suponiendo que todos los electores de Cambio Radical y del partido Conservador son uribistas. Curiosamente la sumatoria de Santos, Vargas Lleras y Noemí demuestra que el porcentaje uribista no ha cambiado desde el 2006, cuando Álvaro Uribe obtuvo el 62,20%.
Nunca sabremos si esas proyecciones pudieron cumplirse, pues el palo que se atravesó en la rueda de la U fue la propia estupidez del uribismo: la segunda reelección.
Las divisiones que generó esa iniciativa son de tal dimensión, que algunos votantes uribistas terminaron haciendo surfing en la ola verde, buscando un caudillo o alguien que les generara una confianza parecida a la que les despierta Álvaro Uribe Vélez. La catástrofe que pudo generar la segunda reelección pudo ser peor, de no ser por la torpeza del simpático Mockus.
La ola que terminó como salpicadura
El “empate técnico” que presagiaron la mayoría de encuestas parece una anécdota macabra. Los resultados de encuestas “serias” como la de la universidad de Medellín, que daban a Mockus como vencedor de la primera vuelta, dejan enormes inquietudes sobre la validez y precisión de una herramienta que debe reflejar en algo, la opinión de los ciudadanos.
A pesar del esfuerzo unánime de los columnistas para posicionar a Mockus en la mente de los electores, del incansable trabajo de Caracol y de El Espectador, para ubicar al candidato patrocinado económicamente por Julio Mario Santodomingo, Antanas Mockus solo alcanzó el 21,5% de los votos y no el 35% que comentaristas, columnistas, “periodistas”, encuestadores y hasta las barras bravas verdes le adjudicaban al matemático.
La ola verde, por lo menos en primera vuelta, solo alcanzó a ser una salpicadura de esas que se reciben cuando algún patán arroja un vaso de agua en el rostro de otro.
Las cuentas alegres que hacían los verdes antes de la primera vuelta ya no les cuadran: una cosa era Mockus con una votación cercana a la de Santos, y otra muy distinta es una diferencia de 25 puntos porcentuales de ventaja de la U sobre el partido Verde. Ahí las cuentas no les permiten soñar con el triunfo en segunda vuelta, pues prácticamente tendrían que obtener todos los votos de Cambio Radical, del Polo, del partido Liberal y del partido Conservador, para lograr superar la votación de la U.
Según el boletín número 47 de la Registraduría, la suma de votos de los partidos distintos a la U y al partido Verde es de 4’329.763. Solo si esos resultados se sumaran a los 3’120.467 obtenidos por Mockus, podrían conseguir la Presidencia de la República, pues alcanzarían 7’450.230 votos frente a los 6’758.417 sufragios conseguidos por Santos en la primera vuelta.
¡Claro! La fórmula anterior tendría que contar con todos los partidos adheridos a Mockus, y además, que todos los votos fueran endosables. Es que si por ejemplo Noemí Sanín no respaldara a Mockus, ya las cuentas quedarían por debajo de Santos y los verdes obtendrían 6’557.919 votos.
Si por ejemplo el partido Liberal fuera la excepción en esa hipotética adhesión, los verdes alcanzarían los 6’813.641, pero esos votos liberales podrían ir a parar a la campaña santista, por lo cual, tampoco alcanzarían el triunfo en segunda vuelta.
Entonces, la única opción para aspirar a obtener el triunfo el 20 de junio sería que Mockus cooptara todos los votos de los perdedores. Esto, como dije antes, contando con la hipótesis absurda del endoso total de los votos obtenidos en las últimas horas.
¿Será que Vargas Lleras no termina arrimándose al árbol de Juan Manuel Santos? Ciertamente él puede hacer el saludo a la bandera de “dejar en libertad” a sus electores, pero las clientelas hambrientas le cobrarían una decisión contraria a la adhesión a la campaña ganadora en primera vuelta.
Lo del partido Conservador es otra historia. Noemí quedó muy mal, pues los resultados demostraron la distorsión que promovió la oposición en la consulta conservadora, lo que es un campanazo de alerta si se tiene en cuenta que la intromisión antiética y poco democrática de seguidores del Polo y del partido Liberal, desviaron arbitrariamente la voluntad de los electores conservadores. Lo coherente sería la adhesión de los azules a la U, pero con Noemí, Pastrana y Juan Gabriel Uribe en el medio, el azul puede convertirse en verde “celeste”.
El mapa político de la oposición no cambió
En las elecciones de 2006, el 37,17% de los votantes decidieron respaldar al PDA, al partido Liberal y al visionario Antanas Mockus. En el 2002, Uribe obtuvo el 53% de los votos y sus oponentes sumaron el 38% de los sufragios.
Haciendo una comparación, encontramos que sumando los resultados de Mockus y de la oposición, la cifra alcanzada por los antiuribistas y no uribistas es del 35%. Estas cifras demuestran que hace ocho años, el antiuribismo obtuvo el 38%. Cuatro años después, perdieron casi un punto y se ubicaron en el 37.2% y ahora, en la primera vuelta, llegaron al 35%.
Básicamente el comportamiento durante las últimas tres elecciones ha sido similar y el antiuribismo –disfrazado ahora de no uribismo, como los Ni-Ni venezolanos- mantienen su porcentaje electoral sin movimientos significativos.
Disminuyó la abstención
La primera vuelta demuestra que se avanzó en la disminución del tradicional abstencionismo electoral. En esta oportunidad, la abstención llegó al 51%, mientras que en 2006 llegó al 54,9% y en 2002 fue del 56%.
Seguramente la presencia de propuestas y candidatos tan variados, motivaron la participación de un electorado tradicionalmente apático. En este sentido, los esfuerzos de las campañas, en especial la de Antanas Mockus, de movilizar el voto joven, trajo un beneficio importante para la democracia, al motivar a los primeros votantes, y a los jóvenes idealistas, a participar en las elecciones. Ciertamente esto ha sido un gran aporte para la democracia y ojalá se repita el próximo 20 de junio, cuando se dará la jornada definitiva para elegir al nuevo Presidente de la República.
Agonizan los partidos tradicionales: nuevo golpe para el antiuribismo
Ni los liberales ni los conservadores lograron obtener votaciones importantes. De los puestos de honor a los que estaban acostumbrados, ahora solo aspiran a no quedar en las últimas posiciones: Los azules lograron pasar el umbral para la reposición, al conseguir un 6,14% de los votos. Para los rojos la cosa fue todavía peor, pues a duras penas pasó el umbral con un 0,38% al conseguir 4,38% de los sufragios en la primera vuelta. En total, los partidos tradicionales alcanzaron el 10,5% del total de votos depositados, en parte por la oposición rastrera que el liberalismo ha protagonizado durante los últimos ocho años y en parte por la actitud torpe y dubitativa de los conservadores en la última etapa del gobierno Uribe.
Pero el escenario es mucho más desalentador si se comparan las cifras obtenidas por el liberalismo y el Polo en 2006, pues en ese momento el PDA obtuvo 2,6 millones frente a 1,3 millones de votos en la primera vuelta de 2010… ¡Es una debacle para la izquierda “democrática” colombiana!
En cuanto al partido de Piedad Córdoba, en 2006 alcanzó 1,4 millones de sufragios y en la primera vuelta de 2010 no superó los 650 mil votos. Es evidente que hay un mensaje del electorado y un voto-castigo contra la campaña sistemática y cerrera de desprestigio contra el Presidente Uribe.
La votación en Venezuela: tremendo mensaje a Hugo Chávez y a los respetuosos del chavismo
Nada mejor que el mensaje que envían las víctimas de un régimen dictatorial a favor de aquellos que tienen el valor de enfrentarlos. Esta podría ser la interpretación de los resultados de la primera vuelta en Venezuela, en donde Juan Manuel Santos obtuvo el 68,8% de los votos, frente al respetuoso Mockus, que alcanzó el 22% y frente al amigo de Chávez, Gustavo Petro, que alcanzó el 5% de los votos.
Después de todas las amenazas del parlanchín guerrerista de Miraflores contra Colombia si elige a Juan Manuel Santos. Después del apoyo que le dio José Vicente Rangel a Antanas Mockus en su programa, la cosa no les funcionó y los colombianos que son víctimas directas de las penurias generadas por la dictadura, decidieron respaldar nuevamente a quien representa la más clara posición antagónica contra Chávez y su proyecto expansionista.
AL CIERRE: A todo señor, todo honor. Si el 16 de marzo la Registraduría y el Registrador fueron una muestra de patética ineficiencia, el desempeño de la institución, y de su cabeza, durante la jornada de la primera vuelta, borró los bochornosos episodios de las elecciones para el Congreso y restituyó la imagen de eficiencia que tradicionalmente ha tenido la Registraduría en las elecciones. Fue un buen trabajo, tremendamente eficiente, con excelentes resultados en la página web, y con un 99% de los votos ya consolidados en menos de tres horas.
19 comentarios:
Excelente pero no hay que cantar victoria aun, acuerdese que muchos mockusianos no fueron a votar por el guayabo de las rumbas mockusianas de anoche, el sol intenso del domingo los dejo sin ganas de salir de la casa y prefierieron dormir esperando que por arte de magia el mesias mockusiano ganara en la primera vuelta como lo habian calculado.
No pense tampoco que Santos dominaria con tanta claridad.
Sobre la legalidad de mockus y el corrupto de Garzon, le cuento mas a chisme porque lastimosamente no tengo pruebas; que muchos de sus partidarios mas sanguineos y fanaticos consiguieron puestos en el distrito la semana pasada, gente que no sabe cuanto es 5+5 pero que son expertos para sus fanaticadas mockusianas, violencias por internet, carnavales los viernes, hoy en dia tienen ya su contratico....
Es curioso que el "iluminado" resultara ser Jaime Ruiz y no Jaime Restrepo que insistía en la victoria de Mockus.
Yo insisto que estos resultados no cuentan para nada y que pueden cambiar mucho si se dejan sólo dos contendores. Lo que cuenta es la segunda vuelta y estoy seguro que Mockus la ganará.
ULTRANINJA:
Sería fatal que Santos cantara victoria y que Mockus se diera por vencido. La semana pasada comenzó la adjudicación de cargos en el magisterio, específicamente para aquellos que participaron y ganaron el concurso de docentes que se realizó el año pasado. Si se refiere a eso, creo que fue una coincidencia más que un cálculo burocrático o clientelista.
Gracias y un abrazo.
Jaime Ruiz, no volverá a participar en el blog de Alejandro Gaviria? por que?
Si que coincidencia que los que ocuparon los primeros puestos eran testigos electorales de la campana de mockus.....
Atrabilioso: comparto lo que dice Ultraninja: hay que tener mucho cuidado con la confianza. El día de la elección hay partidos de fútbol y mientras que la gente menos politizada creerá que un voto más o menos no cambia nada, los mamertos irán a votar todos por Mockus. Mockus puede ganar, no comparto en absoluto sus cuentas sobre lo que ocurrirá en la segunda vuelta. Basta con que Santos se duerma, con que la propaganda arrecie y con que se permita a la gente dormirse y quedarse viendo el fútbol para tener la sorpresita el 20 de junio, con escasísima participación.
Jcastros: Bueno, yo soy de natural protagónico, pero todo tiene una medida, y la presión de los anónimos, a los que nadie desaprueba, convierte la discusión en una mezcla de mis excesos (los rutinarios ultrajes a la universidad colombiana) y de las agresiones "lumpescas" de los doctores. El resultado es que ese blog se degrada infinitamente.
Aparte, también el contenido de las últimas columnas de AG y su actitud (aunque es cosa de hace mucho tiempo) ante las retóricas del antiuribismo (de las que el penúltimo escrito de Hommes es la mayor perla) hacen imposible cualquier cordialidad.
La vida tiende a ser binaria, por mucho que no nos guste. A "la hora de la verdad" uno se pone en un lado con aquellos valores o con aquellas personas a las que cree que les debe lealtad. En estas elecciones la atracción del "polo" antiuribista y sus "grandes esperanzas" despojó de sus mejores adornos a muchos.
ULTRANINJA:
El concurso se realizó el año pasado, cuando Mockus era solo uno más. Los resultados fueron publicados en noviembre y ahora el proceso es de escogencia de las instituciones educativas en las que prestarán servicio los ganadores.
No veo relación, y aunque no creo en las coincidencias, esto podría ser una excepción.
Un saludo.
JAIME RUIZ:
Las cuentas surgen de los resultados de ayer, y aunque no se puede incurrir en triunfalismos, Santos está muy cerca de la Presidencia.
Ciertamente muchos factores pueden afectar los resultados del 20 de junio, pero el único hecho real, que se puede sumar y utilizar para sacar conclusiones, es la encuesta de la Registraduría.
Un abrazo.
EL mayor perdedor en esta instancia son las guerrillas de las farc y Piedad cordoba que veian a Mockus el perfecto idiota para seguir haciendo de las suyas. Las encuestas ademas deberian de dejar de hacerlas en frente de las universidades.
ULTRANINJA:
Yo veo varios perdedores: los encuestadores deberían estar asustados por las demandas que les interpondrían los medios serios que contrataron sus servicios... pero como todos los medios estaban felices con la "ola verde", pues nada pasará.
Los medios son también grandes perdedores: patanes como Darío Arizmendi, o "Julito no me cuelgues", o Daniel Coronell, de golpe pueden haberse dado cuenta que no influyen en los electores.
Otros que perdieron fueron los columnistas, que en cualquier país serio son líderes de opinión, pero aquí son amplificadores de arengas que no gozan de credibilidad.
Chávez, Piedad Córdoba, Andrés Pastrana, las FARC y Rafael Correa son otros notificados por el electorado colombiano en la primera vuelta.
Veremos lo que pasa en la segunda.
Un abrazo.
¡Claro que la prensa antiuribista influyó, y mucho! Si no Mockus no habría obtenido más de 1.000 votos.
Hola a todos. Feliz,muy feliz, asi estoy por los resultados de los comicios de ayer. Me devolvio bastante la fe en el pais.
Santos presidente.
ANÓNIMO:
La prensa influyó en posicionar a Mockus, pero lo fundamental, como el mismo matemático lo reconoció en su momento, fue el voto esnob, que fue el mismo que acompañó a Carlos Gaviria en 2006.
Saludos.
REALISTA:
Un abrazo enorme.
Uno de los grandes perdedores es la Corte Suprema de Justicia.
BRABONEL.
Confianza mato a seguro, eso es cierto, Juan Manuel Santos no se debe confiar y debe hacer un llamado a sus seguidores que vallan masivamente a las urnas. Después del pobre resultado de Mockus en las votaciones no creo que a sus seguidores (esos que se dejaron engañar por su discurso) tengan ánimo de seguir, muchos se darán por vencidos y será muy difícil que Mockus con su discurso los reanime otra cosa es que Mockus llamo a mucha genta apolítica o hizo campaña en gran parte para ese sector ahora cambiar haciendo un llamado de coalición con partidos políticos le será muy difícil porque ahí empezara a montarse de nuevo en las sumas y restas sobre todo porque Mockus pisoteo a los partidos políticos con mucha fuerza.
Era normal que el voto Uribista aumentara, durante estos últimos ocho años mucha gente que no votaba empezó hacerlo por la situación del país y esa misma gente termina inculcándole a su familia que va cumpliendo la edad para votar a hacer lo mismo y lo normal es que tomen la corriente política de su familia, por esa razón baja la abstención y a su vez suben los votos Uribistas.
Los medios están desconectados del sentir nacional desde que Uribe subió al poder y es probable que sigan de esa forma y con más confianza por que verán en Santos a una persona más frágil. Las encuestas se equivocaron por que estuvieron todo el tiempo con el ánimo de favorecer a la campaña de Mockus pero lo más probable es que la diferencia que existía se agrandara en las últimas dos semanas cuando el elector empezó a recopilar todos los errores (horrores mejor decir) de la campaña de Mockus, una encuesta puede manipularse en varios puntos para motivar al electorado del beneficiario, en este caso al históricamente abstencionista o apolítico que era para quien giraba el discurso de Mockus en una gran parte. Lo más probable era que Santos aventajaba en principio a Mockus en más de ocho puntos y las encuestas se encargaban de guardar el secreto. La campaña de Mockus estuvo llena de errores pero quizás el más gigantesco fue pensar que la gente que no votaba no lo hacía por falta de un candidato “celestial” que en este caso vendría a ser Mockus, el candidato aseguraba: yo en Finlandia sobro pero en Colombia hago mucha falta.
CAMILO ANDRÉS:
No entiendo lo de la CSJ... me encantaría conocer los argumentos para su afirmación, pues no tengo en mi radar a la Suprema Mafiosa como perdedora y sería un ejercicio interesante ver los motivos.
Un abrazo enorme.
BRABONEL:
Cierto. Santos tiene que aplicarse a fondo para no correr riesgos.
Su análisis es muy interesante, aunque yo no había visto semejante equivocación masiva de las encuestadoras. Yo tengo una hipótesis: faltando casi un mes para la primera vuelta, Mockus saltó 18 puntos y eso pudo ser fruto de la equivocación y de un mal planteamiento metodológico. Ante el error, las encuestadoras prefirieron mantener la mentira hasta el final, justificándose en la semana de reflexión previa a las elecciones.
Un abrazo y gracias por sus comentarios.
Mockus humilló a la izquierda relegándola al cuarto lugar, sólo para tener que autohumillarse ahora pidiéndole su ayuda para de todos modos no pasar del segundo lugar.
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