En el trasfondo del reclamo por el presupuesto asignado a la universidad pública se puede encontrar una arenga que ha hecho carrera en Colombia: ”No más plata para la guerra”. De hecho, ese era el contenido de algunos de los gritos que se escuchaban al momento del secuestro del rector de la Nacional y ha sido una exigencia constante de la izquierda colombiana.
Durante los últimos años, cada vez que aparecen problemas presupuestales, surge también la arenga al considerar que la plata que se utiliza para la compra de armas, municiones y para el pago de nómina, se podría destinar a solucionar algunos problemas diferentes.
¿Qué significa exigir que no se gasten más recursos en la “guerra”? Pues que se destinen las partidas que se invierten en seguridad y defensa a otros asuntos, aprovechando la falta de memoria de los colombianos, para volver a las épocas del Caguán y de paso, que la defensa de la soberanía sea aún más paupérrima, lo que podría beneficiar a algún tirano vecino.
Sin la plata para la guerra retrocederíamos fácilmente a los tiempos en que más de 200 municipios estaban sin la presencia de las Fuerzas Armadas. También es una exigencia tácita de bajar la guardia y reeditar la toma de poblaciones, 50 por semana durante la existencia de la zona de despeje; retroceder a las cifras de secuestro de los primeros años del siglo, 3.572 en el año 2000, ahorcar al sector turístico, impulsar el incremento de las pólizas de seguros y en general, la carestía de los productos que son transportados por vía terrestre ante la amenaza constante y el terrorismo feroz que se daba en las carreteras del país.
Ah… pero la exigencia de no más plata para la guerra serviría también para volver a los tiempos de los múltiples atentados a la red energética y vial del país: ¿Acaso ignoran los propagandistas que en 2002, el terrorismo dinamitó 483 torres de energía? Pues bien. Un informe del Centro de Análisis Sociopolíticos indica que “la voladura de torres interrumpió y fraccionó la transmisión (y) además de obligar a utilizar energía térmica que es más costosa, los resultados se reflejaron en el incremento del 10% en las cuentas de energía de los usuarios.”
En esencia, la frase busca promover el despeje de amplias zonas del territorio nacional: sin esos recursos no hay forma de que el Estado garantice la presencia de Fuerzas de Seguridad en la mayor parte del territorio nacional. Es que el grito enardecido de no más plata para la guerra desconoce un principio militar elemental: no solo se requiere conquistar una posición sino mantenerla. Antes del año 2001, lo máximo que podían hacer las Fuerzas Armadas, en el mejor de los casos, era expulsar a los terroristas de un casco urbano, aunque la regla general era llegar a contar cadáveres y hacer una lista de secuestrados. Con la plata para la guerra eso quedó atrás y ahora las FARC y el ELN tienen que dedicarse a cuidar sus plantaciones, fusilar políticos y hacer detonar un par de petardos.
Surge entonces la pregunta: ¿los que dan alaridos por la plata para la guerra quieren volver a las épocas del confinamiento de millones de colombianos en las ciudades y municipios del país? No me cabe la menor duda: si lo quieren, lo anhelan y trabajan intensamente para lograrlo.
Cuando alguien vocifera la frase está tratando de repeler políticamente la presencia del Estado, pues solo brindando las garantías de seguridad para los funcionarios, se puede lograr la representación de las diversas entidades en las antiguas guaridas del terrorismo. Además, hay una vieja cuenta que las FARC y el chavismo no quieren dejar de cobrar: el rescate del hijo de Clara Rojas. Sin la plata para la guerra, en San José del Guaviare no habría hecho presencia el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y por consiguiente, el niño que fue secuestrado desde antes de nacer, habría seguido en manos del terrorismo como un bulto más en la mercancía que el chavismo y las FARC (léase también la semilla de Colombianos por la paz) querían negociar.
Si, pero no…
Sin embargo, algunos se enredan con la dichosa frase. En una entrevista reveladora, Gustavo Petro sostiene que de ser elegido, mantendrá “una estrategia de ofensiva militar, sin falsos positivos, articulada al modelo de desarrollo”, encadenando de esta manera dos elementos divergentes: los recursos para financiar a las Fuerzas Armadas y los “falsos positivos”.
Con esto, el candidato del Polo pretende vender una falacia: que el asesinato de civiles como resultado de errores militares o del cálculo criminal para obtener el reconocimiento de sus superiores, surgió como consecuencia de la plata para la guerra. ¿Tal conjetura resistiría un análisis? Claro que no. Hasta este momento, la Fiscalía ha encontrado 200 casos en los cuales se presume que un grupo de criminales se aliaron para favorecerse mutuamente mediante la ejecución de civiles que después eran presentados como combatientes. Pero las historias de “falsos positivos” no surgieron el 7 de agosto de 2002 y seguramente continuarán presentándose mucho después del 2010 o del 2014, sea quien sea el Presidente. ¿Será que Petro quiere hacerles creer a sus seguidores que eso de plantarle evidencias a un cadáver (en este caso armas y municiones) es algo que solo ocurre en Colombia, y desde hace menos de 8 años?
Luego, Petro sostiene que “la guerrilla o es derrotable militarmente o ella misma acepta la negociación para salir de la guerra”. Lo cierto es que nadie acepta algo que no se le ha planteado. Entonces la propuesta de Petro no es derrotar militarmente a la guerrilla sino proponerle una negociación para salir de la guerra y para tal fin, pues el despeje y la claudicación, incluyendo el acuartelamiento de las unidades militares y policiales por falta de recursos físicos para movilizarse, estarán a la orden del día.
Posteriormente Petro afirma que “mientras haya guerra en Colombia, debe haber recursos para las Fuerzas Militares, sólo que mientras el gasto hoy es de cerca 10 billones de pesos en la seguridad democrática, la producción subsidiada de alimentos tiene 500 mil millones. Para un modelo como el que yo propongo necesitaremos de otros 10 billones de pesos.”
¡Genial! ¿Alguien puede creer que el admirador y defensor acérrimo del “progresista” Hugo Chávez va a sostener la inversión en seguridad y defensa para sacrificar su “modelo”? Para nada. Petro sencillamente les propondrá a las FARC que negocien, se tomen un tiempo para respirar y reorganizar la arremetida feroz, y con su anuencia, toda la gavilla (de la que Petro forma parte) se instale indefinidamente en el poder. Mientras tanto, la simple asfixia financiera hará retroceder a las Fuerzas Armadas para que los palurdos retomen posiciones perdidas.
Es que Petro asegura que sacará la plata (para la guerra, claro) de los empresarios que paguen sus impuestos sin exenciones ni descuentos. ¡Caramba! Los que producen deben sostener el modelo Petrochavista, mientras que los parásitos que tienen exenciones en altísimos salarios y pensiones, serán cuidados por ser miembros de la caterva. Ya están advertidos los empresarios: los van a ordeñar mientras las vacas sagradas mantienen intactos sus ingresos y rentas.
No obstante, ya sabemos a qué lugar conducen las políticas chavistas que Petro intenta maquillar y por lo tanto, las “vacas empresariales” pronto huirán del ordeño… Entonces, ¿con qué financiará su modelo y la plata para la guerra? Como el Chapulín Colorado, Petro todo lo tiene fríamente calculado: militares a los cuarteles, patrullas y motos de la Policía a las estaciones, helicópteros a tierra y la guerrilla, “desplazada por la violencia oficial”, a volver a sus santuarios y dejar de molestar a sus amigos Hugo Chávez y Rafael Correa.
Se enredó Petro. Le hubiese quedado más fácil ser sincero, unirse a la coral contra la plata para la guerra y dejar expuestas sus verdaderas intenciones “progresistas”: él y los suyos anhelan un segundo Caguán.
Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.
Durante los últimos años, cada vez que aparecen problemas presupuestales, surge también la arenga al considerar que la plata que se utiliza para la compra de armas, municiones y para el pago de nómina, se podría destinar a solucionar algunos problemas diferentes.
¿Qué significa exigir que no se gasten más recursos en la “guerra”? Pues que se destinen las partidas que se invierten en seguridad y defensa a otros asuntos, aprovechando la falta de memoria de los colombianos, para volver a las épocas del Caguán y de paso, que la defensa de la soberanía sea aún más paupérrima, lo que podría beneficiar a algún tirano vecino.
Sin la plata para la guerra retrocederíamos fácilmente a los tiempos en que más de 200 municipios estaban sin la presencia de las Fuerzas Armadas. También es una exigencia tácita de bajar la guardia y reeditar la toma de poblaciones, 50 por semana durante la existencia de la zona de despeje; retroceder a las cifras de secuestro de los primeros años del siglo, 3.572 en el año 2000, ahorcar al sector turístico, impulsar el incremento de las pólizas de seguros y en general, la carestía de los productos que son transportados por vía terrestre ante la amenaza constante y el terrorismo feroz que se daba en las carreteras del país.
Ah… pero la exigencia de no más plata para la guerra serviría también para volver a los tiempos de los múltiples atentados a la red energética y vial del país: ¿Acaso ignoran los propagandistas que en 2002, el terrorismo dinamitó 483 torres de energía? Pues bien. Un informe del Centro de Análisis Sociopolíticos indica que “la voladura de torres interrumpió y fraccionó la transmisión (y) además de obligar a utilizar energía térmica que es más costosa, los resultados se reflejaron en el incremento del 10% en las cuentas de energía de los usuarios.”
En esencia, la frase busca promover el despeje de amplias zonas del territorio nacional: sin esos recursos no hay forma de que el Estado garantice la presencia de Fuerzas de Seguridad en la mayor parte del territorio nacional. Es que el grito enardecido de no más plata para la guerra desconoce un principio militar elemental: no solo se requiere conquistar una posición sino mantenerla. Antes del año 2001, lo máximo que podían hacer las Fuerzas Armadas, en el mejor de los casos, era expulsar a los terroristas de un casco urbano, aunque la regla general era llegar a contar cadáveres y hacer una lista de secuestrados. Con la plata para la guerra eso quedó atrás y ahora las FARC y el ELN tienen que dedicarse a cuidar sus plantaciones, fusilar políticos y hacer detonar un par de petardos.
Surge entonces la pregunta: ¿los que dan alaridos por la plata para la guerra quieren volver a las épocas del confinamiento de millones de colombianos en las ciudades y municipios del país? No me cabe la menor duda: si lo quieren, lo anhelan y trabajan intensamente para lograrlo.
Cuando alguien vocifera la frase está tratando de repeler políticamente la presencia del Estado, pues solo brindando las garantías de seguridad para los funcionarios, se puede lograr la representación de las diversas entidades en las antiguas guaridas del terrorismo. Además, hay una vieja cuenta que las FARC y el chavismo no quieren dejar de cobrar: el rescate del hijo de Clara Rojas. Sin la plata para la guerra, en San José del Guaviare no habría hecho presencia el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y por consiguiente, el niño que fue secuestrado desde antes de nacer, habría seguido en manos del terrorismo como un bulto más en la mercancía que el chavismo y las FARC (léase también la semilla de Colombianos por la paz) querían negociar.
Si, pero no…
Sin embargo, algunos se enredan con la dichosa frase. En una entrevista reveladora, Gustavo Petro sostiene que de ser elegido, mantendrá “una estrategia de ofensiva militar, sin falsos positivos, articulada al modelo de desarrollo”, encadenando de esta manera dos elementos divergentes: los recursos para financiar a las Fuerzas Armadas y los “falsos positivos”.
Con esto, el candidato del Polo pretende vender una falacia: que el asesinato de civiles como resultado de errores militares o del cálculo criminal para obtener el reconocimiento de sus superiores, surgió como consecuencia de la plata para la guerra. ¿Tal conjetura resistiría un análisis? Claro que no. Hasta este momento, la Fiscalía ha encontrado 200 casos en los cuales se presume que un grupo de criminales se aliaron para favorecerse mutuamente mediante la ejecución de civiles que después eran presentados como combatientes. Pero las historias de “falsos positivos” no surgieron el 7 de agosto de 2002 y seguramente continuarán presentándose mucho después del 2010 o del 2014, sea quien sea el Presidente. ¿Será que Petro quiere hacerles creer a sus seguidores que eso de plantarle evidencias a un cadáver (en este caso armas y municiones) es algo que solo ocurre en Colombia, y desde hace menos de 8 años?
Luego, Petro sostiene que “la guerrilla o es derrotable militarmente o ella misma acepta la negociación para salir de la guerra”. Lo cierto es que nadie acepta algo que no se le ha planteado. Entonces la propuesta de Petro no es derrotar militarmente a la guerrilla sino proponerle una negociación para salir de la guerra y para tal fin, pues el despeje y la claudicación, incluyendo el acuartelamiento de las unidades militares y policiales por falta de recursos físicos para movilizarse, estarán a la orden del día.
Posteriormente Petro afirma que “mientras haya guerra en Colombia, debe haber recursos para las Fuerzas Militares, sólo que mientras el gasto hoy es de cerca 10 billones de pesos en la seguridad democrática, la producción subsidiada de alimentos tiene 500 mil millones. Para un modelo como el que yo propongo necesitaremos de otros 10 billones de pesos.”
¡Genial! ¿Alguien puede creer que el admirador y defensor acérrimo del “progresista” Hugo Chávez va a sostener la inversión en seguridad y defensa para sacrificar su “modelo”? Para nada. Petro sencillamente les propondrá a las FARC que negocien, se tomen un tiempo para respirar y reorganizar la arremetida feroz, y con su anuencia, toda la gavilla (de la que Petro forma parte) se instale indefinidamente en el poder. Mientras tanto, la simple asfixia financiera hará retroceder a las Fuerzas Armadas para que los palurdos retomen posiciones perdidas.
Es que Petro asegura que sacará la plata (para la guerra, claro) de los empresarios que paguen sus impuestos sin exenciones ni descuentos. ¡Caramba! Los que producen deben sostener el modelo Petrochavista, mientras que los parásitos que tienen exenciones en altísimos salarios y pensiones, serán cuidados por ser miembros de la caterva. Ya están advertidos los empresarios: los van a ordeñar mientras las vacas sagradas mantienen intactos sus ingresos y rentas.
No obstante, ya sabemos a qué lugar conducen las políticas chavistas que Petro intenta maquillar y por lo tanto, las “vacas empresariales” pronto huirán del ordeño… Entonces, ¿con qué financiará su modelo y la plata para la guerra? Como el Chapulín Colorado, Petro todo lo tiene fríamente calculado: militares a los cuarteles, patrullas y motos de la Policía a las estaciones, helicópteros a tierra y la guerrilla, “desplazada por la violencia oficial”, a volver a sus santuarios y dejar de molestar a sus amigos Hugo Chávez y Rafael Correa.
Se enredó Petro. Le hubiese quedado más fácil ser sincero, unirse a la coral contra la plata para la guerra y dejar expuestas sus verdaderas intenciones “progresistas”: él y los suyos anhelan un segundo Caguán.
Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.
18 comentarios:
Pues yo no pido menos plata para la guerra pero sí me entra la duda de por qué el presupuesto para defensa crece tanto. Y la duda me entra porque si algo me enseñó mi breve experiencia en el ejército fue que las fuerzas militares colombianas son terriblemente desordenadas, burocratizadas e ineficientes (un ejemplo sonso: el uso de hummers costosísimas todoterreno para movilizar oficiales de la brigada dentro de la ciudad), así que me pregunto cuánta de esa plata que se asigna a defensa y seguridad se va en sostener una maquinaria burocrática inútil. Especialmente cuando uno ve que pese a toda la inversión en defensa los soldados siguen recibiendo salarios miserables y poquísimos beneficios. Pienso, por ejemplo, en todo el tiempo que tuvo que pasar antes de que pudieran conseguir la plata para pagarle a los militares la famosa prima de familia que les prometieron. (¿Entre otras, ya les habrán pagado o seguirá "en trámite"?)
Mejor dicho: ¿Por qué nadie pone en duda la manera como se maneja la plata dentro de las fuerzas militares? ¿por qué hay tanta confianza en la capacidad de las FFMM para manejar de sus recursos?
Creo que se tiene que triplicar el gasto en armamento, traer tecnologia y empezar a producirlo aca. Es que no es solo la guerrilla, tambien es Chavez y Correa, ademas del loco de Nicaragua que quieren acabarnos del todo. O se triplica para la guerra o se acaba el pais, No mas mamertos que no han hecho nada por el pais. Si este fuera un pais serio, Uribe ya hubiera comprado 30 aviones Saab y unos 100 tanques Markava de ultima generacion, ademas de incorporar 200.000 hombres mas a las fuerzas armadas.
JAVIER MORENO:
¡Qué cosa tan compleja! El asunto del presupuesto para defensa siempre es un hoyo negro, pues gran parte de los recursos tienen la reserva por seguridad nacional. Entonces usted plantea, con toda razón, que debería verificarse la destinación y coincido plenamente con dicho planteamiento. Sin embargo, para eso tendría que levantarse la reserva y eso nos pondría en riesgo y desventaja frente a potenciales agresores (esto antes era una formalidad, pero ahora la amenaza es real). Pero es claro que todo eso de las reservas y la ausencia de control, permiten el enquistamiento de la corrupción: en lo personal, me aterra un militar manejando presupuestos…
Hay otro hecho que vale la pena considerar: usted habla del crecimiento de la inversión mientras los soldados siguen recibiendo salarios miserables y poquísimos beneficios. Ahí tenemos un elemento que puede aclarar una parte del panorama: en 2002, Colombia tenía 60 mil soldados profesionales y ahora esa cifra puede superar los 200 mil, lo que hace un contraste importante en cuanto a lo que se requería anteriormente en seguridad y defensa.
También en 2002 solo existía una brigada móvil y hoy, existen cerca de 15. También consideremos los batallones de alta montaña y uno de los temas más importantes, la brigada de aviación del Ejército. Hace una década, Colombia contaba con 7 helicópteros operativos para todo el territorio nacional, sin contar con los de la Policía que estaban en Plan Colombia y eran de uso exclusivo para las operaciones contra el narcotráfico. Actualmente el número de helicópteros supera el centenar.
Bien interesante el asunto, pero nada fácil.
Un abrazo.
ULTRANINJA:
Me conformo con sostener lo conquistado y mantener la capacidad de iniciativa.
Un abrazo.
Y javier Moreno tiene razon en muchas cosas, los oficiales son muy creidos y se la pasan muchos en cocteles y casinos; mientras la tropa rasa es la que pone el pecho. Muchos oficiales se comportan como marineritas.
BRABONEL.
Así es, lo ideal seria no destinar tanta plata para guerra por que lo mejor fuese que no existiera pero es que la guerra la hacen los terroristas comunistas contra el pueblo Colombiano y no nos queda otra que defendernos. La guerra le quita más o menos 2 o 3 puntos de crecimiento económico al país, toda una tragedia además de las masacres y los atropellos contra el pueblo Colombiano que comete el terrorismo comunista. Es cierto lo que dice ultraninja: esto será una guerra larga y cruel gracias a la aparición del foro de saupablo en el poder en países vecinos y lo mejor es ir pensando como esos diez billones de pesos se hacen rendir produciendo nuestro propio armamento con nuestra propia tecnología.
No creo que las Universidades publicas ni Petro ni otro por el estilo sean los apropiados para llamar a “hacer conciencia” definitivamente son personas y instituciones con poca moral. Las universidades publicas no tienen buen estima por parte del pueblo Colombiano y si alguien propusiera una reforma de fondo en las U publica ganaría mucha pantalla, no creo que el pueblo Colombia este feliz que parte de la plata de sus impuestos se vallan a sustentes ideológicos del terrorismo. Lo primero que se les debería exigir es borrar la che Guevara el cura Pérez y demás “próceres” que exhiben con orgullo pero mas que eso se debería proponer cerrar las U publicas y que quien quiera estudiar de verdad puede acceder a prestamos con tasas bajas y largos periodos para cancelar la deuda una vez se halla graduado. Las U no están para hacer política tirar piedras quemas carros y matar policías son instituciones donde la gente se va educar. Por otra parte Petro es un guerrillero y lo de el será interferir a favor de su gente.
Buenos dias.
Mi opinion:
-latinoamerica necesita salir del atraso, y para eso la llamada 'guerra' necesita ser desplazada por el conocimiento real, civismo, y unas fuerzas armadas eficientes, apreciadas y responsables.
-mientras la economia no mejore, la educacion no se optimize, y la civilidad y respeto no se impongan en forma perdurable en toda la poblacion se pierde lo avanzado. Y siempre se recurrira a la guerra atroz, sucia, en la que la poblacion termina pagando mas por los arrebatos de poder pretensiosos.
-sin embargo, la gente que maneja poder, visible o no, tiene que entender que la poblacion se canso del juego y se canso de perdonar. Que no pueden seguir con la misma cantaleta, que no se les aceptara el seguir destruyendo lo construido o poniendo en la basura lo que es util.
-si para elejir gobernantes, en cualquier pais del mundo, hay que entrar en alguna modalidad de guerra, pues aprietense sus fabulosos pantalones, porque la poblacion lo cambiara, y no importara que esos pantalones huelan a petroleo o a algo mas humano. Los que pierden son ellos.
-Colombia y latinoamerica necesitan mejorar. Si hay lideres jodiendo a los colombianos en los paises vecinos, pues asilenlos en Colombia, desarrollen la economia local, y optimizen la defensa. Ignoren las brabuconadas o peguenles duro y donde deben.
-No se puede tolerar mas el horroros habito de andar matando y criminalidades por doquier para elejir gobernantes democraticos.
Es una contradiccion porque la poblacion no quiere eso, ni se pueden financiar mas los medios de paises avanzados con la farsa y teatro de 'negociaciones', el sometimiento y asesinato de inocentes.
EL NO LO DICE LA POBLACION a los criminales, del rango que sean.
Hay que recuperar la economia y cordura mundial, y desde ya!
DON JOSÈ.
EL ULTIMO ANONIMO ESCRIBE TAN CONFUSO QUE UNO NO SABE DE QUE PARTE ESTA.
BRABONEL:
Actualmente estamos avanzando en tecnología de aviónica militar, aunque es prematuro afirmar que esa sea la vocación específica.
Antes que las universidades, me parece más urgente enfrentar la dictadura que estamos viviendo: la del poder judicial, aunque ambas cosas se podrían hacer con voluntad y valor político, ese que desapareció de las inmediaciones de la Plaza de Bolívar... Chávez ya contabiliza 9 colombianos asesinados por gente bajo sus órdenes y la respuesta es mandar al Defensor del Pueblo.
Discúlpeme: estoy indignado por las 9 primeras víctimas de la guerra de Chávez contra Colombia.
Un abrazo.
ET:
Me acojo a cada una de sus palabras: Colombia y latinoamerica necesitan mejorar. Si hay lideres jodiendo a los colombianos en los paises vecinos, pues asilenlos en Colombia, desarrollen la economia local, y optimizen la defensa. Ignoren las brabuconadas o peguenles duro y donde deben.
Estoy hay que hacerlo YA.
Un abrazo.
Propuestas en educación: A) Desarrollo e integración en el currículo escolar desde kínder hasta el último grado la asignatura de sostenibilidad.
•Meta: generar cambios de paradigmas desde la base que permitan cambios de conductas en las nuevas generaciones de colombianos.
•Requerimiento:
o Voluntad política en el Congreso para promover una ley al respecto y liderazgo del Ministerio de educación;
o Pool de expertos en educación (ambiental, educación formal) y sostenibilidad (ecólogos, sociólogos, filósofos, economistas);
o Recursos financieros para su implementación (MENOS DINERO PARA LA GUERRA, MAS PARA LA EDUCACION!! Solidarizar las ganancias del sector financiero!);
b) Desarrollo e integración en el pensum académico de cada una de las carreras profesionales ofrecidas en el país.
•Meta: indicar cuáles son los aportes y campos de acción de cada profesión para la sostenibilidad.
•Requerimientos:
o Voluntad política en el Congreso para promover una ley al respecto y liderazgo del Ministerio de Educación, ASCUN, universidades públicas y privadas;
o Pool de expertos en educación (ambiental, educación formal) y sostenibilidad (ecólogos, sociólogos, filósofos, economistas);
o Recursos financieros para su implementación (menos dinero para la guerra, más para educación!!);
Este párrafo lo saque de esos debates en foros abiertos desprendidos por un video hecho por la vicepresidencia llamado Colombia 2025 (si quieren ver el video pueden encontrarlo en youtube) se puede notar que los mamertos no se quedan quietos y aunque primeramente se burlaron del video ahora tratan de “encaminar” a quienes el video halla podido motivar.
ANÓNIMO:
!Usted viera el adoctrinamiento en los colegios públicos y privados!
Por ejemplo: el libro de sociales de quinto grado tiene perlas como estas:
-Grandes problemas del país: paramilitarismo, narcotráfico y corrupción: ¿Y la guerrilla? Para nada, es que son criminales altruistas.
-Fundación de las FARC: unos campesinos que se unieron para luchar por la igualdad... por ningún lado aparece el PCC. En la del ELN los curas de Giolconda no aparecen por ninguna parte.
Todo lo anterior finamente adobado con un imbécil que obliga a los alumnos a ver Noticias Uno por ser "el único noticiero que dice la verdad".
Un abrazo.
Los textos de Molano son obligatorios en el Mary Mount.. quien lo creyera que una profesora se los hace comprar
A mí en cambio me tocaron libros de texto tipo Manuel Lucena. Allí tampoco aparecía la guerrilla, no porque no la consideraran problema nacional sino porque de eso no se podía hablar. Los presidentes todos lo único que hacían era inaugurar obras y no había explicaciones sobre conflictos entre políticos. Los héroes de la independencia eran como supermanes intachables y era una especie de pecado mencionar a Peru de La Croix o alguno que objetara la divinidad de Bolívar (fetiche no solo de la izquierda folclórica sino también del Partido Conservador).
En mi colegio, estatal, las excusas de los docentes para salir rápido de discusiones de momento como por qué se bombardearon recintos con rehenes en el palacio de justicia (o se movieron de puesto cadáveres y cosas antes de que llegara la autoridad judicial), eran vergonzosamente infantiles. El cura que nos dictó religión, ante una pregunta de un compañero sobre la reforma luterana lo redujo a que Lutero se distanció de la autoridad católica por pataleta ante una comisión que no le dieron. Por esa época todavía había en Colombia un comité con cura a bordo que aprobaba o no la proyección de películas en teatros y eliminaba escenas.
Sin duda muchos libros de texto hoy están salpicados de línea barata de panfleto, como también algunas preguntas de la electiva de política del examen del ICFES (que pareciera que tuvieran por respuesta correcta un presente, presente, presente). Pero me concentraría más en exigir rigor académico que en rebobinar a los tiempos de la tontería.
Sobre el tema de la entrada, si se diera un crecimiento económico que permitiera contar con los recursos para que el Estado asumiera solito el control de las fronteras y la interdicción de rutas de mercancías ilegales sería un gran logro. Aunque ganado el conflicto esas fueran las funciones de las fuerzas militares, mantener una fuerza del mismo tamaño o resocializar la que se diera de baja implica esfuerzos económicos inmensos.
VULTURNO:
En mi época no se hablaba de la guerrilla ni en el colegio ni en las casas, en gran parte porque realmente en las ciudades no se consideraba un problema. En mis tiempos, el M-19 estaba por encima de todos y solo se conocían las acciones-espectáculo que emprendían para llamar la atención.
Lo de la ausencia de explicaciones sobre conflictos entre políticos es bien reciente: de hecho tengo la percepción de que durante la presidencia de Uribe se ha despertado cierto embrión de conciencia política.
En cuanto al post, ciertamente cualquier salida implica esfuerzos económicos enormes, pero sobre todo, esfuerzos sociales que no creo que la ciudadanía esté dispuesta a hacer.
Un abrazo.
Vietnam, India y Filipinas liderarán crecimiento
Ello, según un informe realizado por el Servicio de Estudios Económicos del BBVA, el que además proyecta que Asia y Latinoamérica serán los motores del crecimiento mundial en las próximas dos décadas, los que se espera que entre 2005 y 2025 contabilicen una expansión media anual de 5,7% y 4,7%, respectivamente.
Vietnam, India y Filipinas, seguidas por China y Turquía, serán las economías con mayores tasas medias de crecimiento anual entre 2005 y 2025, según un modelo econométrico desarrollado por el Servicio de Estudios Económicos del BBVA el que para sus proyecciones consideró la acumulación de capital, el crecimiento de la población, innovación y transferencia de tecnología, entre otros.
Las estimaciones apuntan a que esas economías anotarán una expansión promedio estimada entre 6% y 8% al año y, a excepción de China, los ritmos serán superiores a los exhibidos en los veinte años anteriores (1985-2005).
De las cinco economías "top perfomance", la vietnamita registrará el mayor dinamismo, pronosticándose una avance anual promedio en torno a 8%, cerca de un punto porcentual más que lo marcado dos décadas antes.
El crecimiento medio de India, en tanto, será de 7,5% al año en los próximos ejercicios, bastante superior a lo registrado entre 1985 y 2005, cuando se expandió 6%.
Filipinas, en tanto, será la que más aumentará su dinamismo pues su crecimiento anual medio bordearía el 7% en las próximas décadas, mientras que en los últimos veinte años no superó el 4% anual.
China será la única de las cinco economías top que reducirá su tasa anual de expansión, pasando de una de 8% anotada entre 1985-2005 a una de 6%. Ello, se deberá a la influencia negativa del factor demográfico, el que, en cambio, jugará a favor de India donde favorecerá el gran porcentaje de población joven que posee.
Turquía, por su parte, elevará su ritmo de avance, desde alrededor de 4% a cerca de 6% al año.
Por regiones, el informe prevé que Asia y Latinoamérica serán los motores del crecimiento mundial en las próximas dos décadas, las que se espera que entre 2005 y 2025 contabilicen una expansión media anual de 5,7% y 4,7%, respectivamente.
Ello, en el caso de las economías asiáticas implicará una disminución en el ritmo exhibido entre 1985 y 2005 cuando la zona creció 6,1%, aunque para las economías latinoamericanas significará un gran salto pues en los veinte años anteriores crecieron a una tasa anual promedio de sólo 3,3%.
Destacan los avances pronosticados para COLOMBIA, que se espera crezca en promedio cerca de 6% anual, así como el de Brasil y Argentina que superarían levemente el 4%, mientras que en Chile la expansión media sería levemente inferior a 4%.
Los que Crecerán Menos
Las economías que menos avanzarán en el lapso 2005-2025 serán “varios de los mismos rezagados de las últimas décadas”, afirma el estudio del BBVA, es decir economías europeas y la japonesa. Ello, se debe al negativo crecimiento demográfico que exhiben esos países, así como a los altos niveles de desarrollo alcanzados, lo que hace muy difícil avanzar a niveles más elevados.
Así, países como Holanda, Japón, Italia, Alemania y Bélgica contabilizarán una tasa media anual entre 1% y 2% de aquí al 2025, mientras que levemente sobre el 2% estarán Francia, Suecia, Reino Unido y también Estados Unidos.
Incluso, para las economías de la OCDE, el aumento promedio anual esperado es de 2,5%, inferior al observado en las últimas dos décadas (cuando creció 2,9%).
Producto Interno Bruto
me da escalofrio leer las opiniones de este blog, antro de Uribestias y pseudofascistas....
Claro como el unico problema son las FARC...hay que invertrile a la guerra no? que si va ahveb guerra con los paises vecinos no importa si a fin de cuentas la población se embrutece y la gente se muere de hambre, no tiene techo....
Ya dicen por ahi que el asegurarse mas de lo debido es un sinonimo de inseguridad.
ANÓNIMO:
Al margen de sus descalificaciones e insultos, resulta evidente su torpeza para leer. Es que una lectura somera le permitiría encontrar que el dinero para la guerra no considera la falacia de que el único problema son las FARC.
En cuanto al embrutecimiento de la población, búsquela en la "formación" que imparten en colegios públicos y privados, cortesía de unas castas parasitarias que se aferran a su puestos con la vocación desgastada y la actualización siempre pospuesta.
Lo que usted ha señalado se soluciona con plata, pero solo en las mentes asistencialistas: la indexación del salario mínimo y los parafiscales han sido elementos fundamentales para que la gente no tenga acceso ni al salario mínimo, ni mucho menos a otras necesidades urgentes que el terrorismo ha impuesto en la agenda.
Finalmente, asegurarse más de lo debido demuestra su completa ignorancia frente a la historia del gasto militar durante más de medio siglo.
Tiene razón: a los de su estirpe les debe dar asco que se dejen las evidencias de lo que implican las arengas que viven repitiendo para posar de izquierdistas, aunque solo sean payasos ignorantes que se comen un bulto de azúcar al día.
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