21 de marzo de 2010

Lo que Chávez sabía




Hace unos meses, Ariel Corbat se preguntaba sobre lo que sabe Chávez y nosotros ignoramos.  Con los días ha ido apareciendo algo de esa información, con un rótulo enorme que alerta sobre el carácter oficial de los datos.  En otras palabras: la realidad debe ser mucho peor y por eso la arremetida de Chávez y de sus colegas de las Farc contra Colombia.

Eso del cierre de las importaciones procedentes de Colombia puede ser interpretado como un instrumento de presión contra el gobierno Uribe.  Sin embargo, el asunto puede tener una explicación menos ideológica y más pragmática: Venezuela se está quedando sin dinero para comprar bienes y servicios.

¿Cómo es posible que uno de los más grandes productores de petróleo esté sin fondos?  Bueno, la pista puede encontrarse en un informe de la Cámara Venezolana-Americana de Industria y Comercio que señala que las ventas del vecino a Estados Unidos se desplomaron, durante el tercer trimestre de 2009, casi en un 51% con respecto al mismo periodo del año pasado.

La situación es peor al ver el consolidado del año pasado, pues las exportaciones de Venezuela a EE.UU. cayeron un 52,13%, al sumar 20.349 millones de dólares frente a los 51.401 millones de dólares registrados en los primeros nueve meses del 2008.  Las cifras no son de poca monta si se tiene en cuenta que, de lejos, Estados Unidos es el principal socio comercial de Venezuela.

Es bueno recordar que el 96,61% de las exportaciones venezolanas a EE.UU. corresponden al sector petrolero.  ¿Acaso los estadounidenses dejaron de consumir la mitad del combustible? La respuesta la da la OPEP al anunciar que la demanda mundial de petróleo caerá este año en un 1,63% respecto a 2008.

“El problema no son los gastos altos sino las ventas bajas”.  Esta es una vieja premisa empresarial que cae como anillo al dedo para erradicar las explicaciones que podrían surgir en Caracas asegurando que el petróleo se lo han vendido a otros países.  Eso puede sonar muy bien en los discursos, pero lo cierto es que el crudo venezolano requiere procesos especiales y costosos que no permiten una fácil sustitución de mercados. 

La realidad es que, según el reporte de octubre de la OPEP, Pdvsa  redujo en 11.000 barriles diarios su producción. A esto se suma la información proveniente  del departamento de energía de los Estados Unidos, que indica que Venezuela ha venido retrocediendo paulatinamente pasando de 3,16 millones de barriles que se producían en 1998 a 2,21 millones de barriles en la actualidad.

Lo anterior, unido a la recesión anunciada por el Banco Central de Venezuela, y cuyos indicadores seguramente conocía Chávez de tiempo atrás, le han puesto los nervios de punta al dictador.  No es para menos: cuando un alto porcentaje de países sin socialismos baratos muestran las primeras luces de recuperación, Venezuela entra de lleno en ese laberinto de la recesión, con un retroceso acumulado del PIB de 2,2% durante lo corrido de 2009. 

Claro que la receta para solucionar la recesión, según Chávez, es similar a la que expediría un tegua ante un paciente con fiebre: cambiar el termómetro.  Según el dictador, el problema no está en el desgobierno que ha regido a Venezuela durante más de una década, sino en las mediciones económicas “capitalistas”, las que sostiene, deben cambiarse.  Sin embargo, esas mediciones son las mismas que le sirvieron hace un año para gritar que la crisis mundial no tocaría ni un pelo a la economía del país vecino.

Lo que Chávez sabía es que en todas las áreas, Venezuela es un enorme incendio en medio de un polvorín: en las encuestas va en barrena, la economía está en el punto más crítico, la producción petrolera se encuentra en crisis, la gente no tiene agua, los cortes de luz se han generalizado, la inseguridad se tomó todas las zonas del país y la percepción sobre corrupción ubica a Venezuela en los últimos puestos de Transparencia Internacional. 

Para completar, las baladronadas de una guerra con Colombia han recibido un fuerte rechazo de la ciudadanía venezolana, que en un alto porcentaje, objeta la sola idea de una confrontación contra nuestro país: lo que hace apenas 20 años era un atractivo caballito de batalla en tiempos de crisis, ahora solo recibe un apoyo casi marginal de la sociedad venezolana.  Sin embargo, es innegable que el dictador avanza en su arremetida guerrerista, asesinando ciudadanos y ordenando la destrucción de la infraestructura en algunos puntos de la frontera.

Chávez ha practicado, durante su gobierno, la compra de conciencias y aplausos para favorecer su proyecto político… pero la petrochequera está corta, se avecinan las elecciones de la Asamblea Nacional, y la credibilidad del dictador va en picada no solo en Venezuela sino en buena parte del mundo: ¿Qué hará Chávez con las apuestas en contra?  Disparar.

Por Jaime Restrepo.  Director de Atrabilioso.

9 comentarios:

D. dijo...

Uribe a veces hace el papel de estúpido insistiendo a Chávez con el tema de la reanudación del comercio.

Sobre todo considerando que Venezuela simplemente está colapsando.

Es igual con la suspensión de ventas de aluminio a Colombia por el supuesto bloqueo de Chávez.

Dijo que iba a vender ese aluminio a Brasil y la India, y resulta que a la semana la industria básica del aluminio anunció la suspensión de la producción por los problemas de suministro energético y fallas en el mantenimiento de los hornos.

Chávez dejó de vender aluminio a Colombia no por capricho ideológico de Chávez, sino simplemente porque ya sabía que no iba a poder seguir haciéndolo aunque quisiera, ni a Colombia ni a ningún otro país.

Ruiz_Senior dijo...

D., al respecto hay dos posibilidades. Una es que el gobernante razone como un tendero. Otra es que le convenga mostrar que razona como un tendero. Puede que Uribe no cuente con la reanudación del comercio, pero también que sus asesores le recomienden mostrarse dispuesto a buscar la reanudación del comercio. Lo mismo pasa con el apaciguamiento: puede que realmente esté pensando en rehuir el enfrentamiento con Chávez, o que sólo busque el desprestigio del sátrapa.

Creer que a punta de mansedumbre se conseguirá reactivar el comercio, o que Chávez va a dejar el poder sin un empujoncito serían muestras de frivolidad intolerable. Otra cosa es que las conductas públicas diferentes no fueran a dar mejores resultados.

El problema es que los regímenes bolivarianos siguen teniendo mucha buena imagen, tanto en la región como en Europa y aun en EE UU. Para uno es obvio que se trata de dictaduras atroces, pero para mucha gente son regímenes populares que enmiendan injusticias arraigadas. Creo que la prueba de fuego son las elecciones parlamentarias de este año en Venezuela, donde las posibilidades de Chávez se podrán reducir: o comete fraude o impide que se celebren en condiciones normales o somete a los representantes elegidos con la combinación de amenazas y sobornos (eso hicieron los comunistas en Polonia, donde había un partido católico y un partido campesino que siempre apoyaban al gobierno).

En todo caso Chávez no se irá porque la gente decida cambiarlo. Y aun me parece más probable que llegue a octogenario en el poder, como Mugabe o Castro. Y como siempre lo esencial estará en la conducta de los colombianos, que si se mantienen firmes en lo esencial verán al país convertido en la verdadera potencia regional.

Anónimo dijo...

El caso Venezolano es paradójico por que mientras el país se parte en mil pedazos Chávez y el Chavismo aun conservan fuerzas suficientes para seguir en el poder. Las exportaciones de crudo han ido bajando vertiginosamente pero desde comienzos del año Chávez desidia darle el ministerio de finanzas a un “ortodoxo” que planeo el presupuesto con un barril de petróleo a algo más de treinta dólares el barril, el dinero restante por las exportaciones de crudo han ido a un fondo que hoy sirven para engrasar las maquinarias electorales y en campañas populistas. En la cuidad de Caracas las brigadas de barrenderos y limpiadores de aceras y paredes son verdaderos ejércitos que reciben excelente paga y prestaciones que se traducirán en votos seguros para Chávez en las parlamentarias y ese tan solo es uno de los planes electoreros del Chavismo. Lo de hablar de guerra contra Colombia no cala en las clases medias y altas pero si encuentra espacio en el populacho que se llena de sentimientos patrioteros y al mismo tiempo se enorgullece cuando Chávez exhibe el gran aparato militar que Venezuela se va apropiando. El nacionalismo siempre será un arma política efectiva que encontraran los políticos sin principios en dificultades y la Venezuela con poco autoestima es donde esos sentimientos se fortalecen con más fuerza, una parte importante de Venezolanos se siente mal que todo lo que construyeron haya sido exclusivamente gracias al petróleo (el mismo sentimiento lo tenían muchos Cubanos antes de la revolución, mejor dicho que tenían un buen nivel de vida no por ellos sino por la influencia estadounidense) y la culpa a la metrópoli (potencias Mundiales) de su suerte se convierte en un fuerte discurso ¿no han escuchado a Chávez como reta al mundo industrializado por que Venezuela es un mono productor un mono exportador? El nacionalismo o la “reivindicación” de Venezuela es un caballito de batalla que Chávez ha sabido utilizar. No solo el petróleo es lo que asemeja a Venezuela con las naciones más nacionalistas del medio oriente y no será de extrañar que la nación de bolívar dentro de unos años se convierta en un Irán en una Siria incrustada en latinoamericano.

Atrabilioso dijo...

D:

Es muy importante lo que usted anota: no se trata de un bloqueo comercial como tal, sino de la imposibilidad venezolana de comprar o vender. El escaso sector productivo que le queda a Venezuela se reduce día a día, y ahora con la orden de "ahorrar" electricidad, y con el cierre de varias empresas que no cumplieron la orden, pues el panorama económico es aterrador.

En cuanto a los cortes, eso demuestra claramente la tendencia ideológica: dejar "intactos" a los ciudadanos y cortarle el servicio al sector productivo.

Un abrazo.

Atrabilioso dijo...

JAIME RUIZ:

La posición de Uribe me parece acertadísima: no recoger el guante y utilizar el aparato mediático para tender puentes que se sabe que no utilizarán, deja en mal estado a Chávez.

El septiembre, Venezuela se juega buena parte de su destino.

Un abrazo.

Atrabilioso dijo...

ANÓNIMO:

Usted describe acertadamente la maquinaria asistencialista de la dictadura venezolana y el estado de vulnerabilidad de varios sectores de la sociedad, quienes siempre acompañarán a Chávez, no por buen gobernante, sino por satisfacerles algunas pocas necesidades mediante el funcionamiento de una estructura parasitaria. Eso es lo que quieren en Colombia los petros, pardos y piedades.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

El gobierno Chávez está haciendo cantidad de contratos con multinacionales y empresas estatales de países amigos para aumentar la producción petrolera: oxigeno para el dictador.

El asistencialismo será la plaga del mundo moderno, hasta en los Estados Unidos, cuna del liberalismo económico y social, se lo está llevando esa plaga por delante con el gobierno Obama. La década que empieza será decisiva para el orden mundial que regirá al mundo en todo el nuevo siglo y la batalla mas decisiva se llevara en los Estados Unidos donde sino aparece una fuerza conservadora lo suficientemente grande nada bueno le deparara al mundo del mañana.

Anónimo dijo...

Anonimo:

tiene alguna propuesta sobre la economia? que se puede hacer si se enquisto la esclavitud moderna y nadie tiene propuestas para destrabar ese nudo.

Por otro lado, la economia de gambling no es la mejor, y la supuesta competencia no es mas devolucion de la civilizacion.

Hagan sus propuestas y circulenlas que la gente necesita ideas porque parece que se volvieron mas brutos, aunque tengan premios en el campo ese parece que no saben que hacer.

D. dijo...

Conozco gente que trabaja en las empresas básicas de Venezuela que tienen un horario de 8 am a 1 pm desde mediados de enero. A las 2 están en sus casas viendo el techo porque la orden es "ahorrar energía apagando las empresas a la 1".