17 de marzo de 2010

La catástrofe del 14 M

Los colombianos estábamos acostumbrados a la eficiencia del sistema electoral. Después del cierre de las votaciones, era casi una tradición la rapidez de la Registraduría en la entrega de los resultados y la culminación, lo más temprano posible, del conteo de un porcentaje superior al 90% de los votos.

La página web, con algunas demoras propias del altísimo tráfico, en ocasiones colapsaba, pero era cuestión de refrescar la página para que aparecieran los resultados. Incluso en las horas pico de la frenética actividad, podían aparecer dos boletines en un periodo de cinco minutos.

En los comicios del domingo, la Registraduría mostró el patético rostro de la ineptitud, fruto de la irresponsabilidad de un Registrador Nacional dedicado a erigirse como una figura representativa de la oposición, acorde con el partido en el que milita y que lo llevó a ocupar el cargo: el liberalismo.

Es imposible dejar de recordar a Alma Beatriz Rengifo, quien dio lo mejor de sí para que las elecciones que encabezó, fueran un éxito. Los simulacros electorales, la preocupación por la óptima capacitación de los jurados de votación y la amable presión a los partidos políticos para lograr su apoyo en los procesos de pedagogía electoral, eran casi que lugares comunes en la gestión no solo de Rengifo, sino de los anteriores registradores nacionales.

Pero eso se fue a la alcantarilla. El cínico Registrador Nacional Carlos Ariel Sánchez ha reconocido que las elecciones del 14 de marzo fueron una catástrofe, aunque la mayor responsabilidad se la adjudica al contratista, nada menos que Empresas Públicas de Medellín, que a su vez sub contrató el trabajo con otras empresas sin ninguna experiencia en el manejo de la información de un proceso electoral.

Culpar a Une, marca de EPM en telecomunicaciones, resulta una salida que lejos de exculpar al Registrador, lo hunde aún más, pues fue él quien decidió acabar con el contrato para el manejo de la información electoral con Sistemas y Cómputo S.A. (cuyo costo era de 20 mil millones de pesos) para hacer un convenio interadministrativo con Une para que asumiera las mismas responsabilidades por una cifra superior a los 70 mil millones de pesos.

Carlos Ariel Sánchez contrató a Une, y en una negligencia pasmosa, dejó en el pasado los simulacros y verificación de las diferentes operaciones de transmisión. Olvida el registrador que él, como funcionario, es responsable de los contratos y convenios que firma, y por lo tanto, debe responder por la catástrofe del 14 M.

Además, no todo lo que dice el registrador es verdad. Si bien es cierto que la página tuvo dificultades, y que en una muestra de ignorancia la quisieron decorar con gráficos, barras y estrellas; la realidad es que refrescando un par de veces, se podía acceder a la información después de las 9 de la noche. Sin embargo, no tenía sentido tratar de entrar a la página, pues la Registraduría no actualizó los datos desde las 7 de la noche. Esto significa que la página funcionaba, con muchas deficiencias y lentitud, pero los datos que aparecían recogían solo el 0,34% de los resultados… y así permaneció toda la noche y todo el día siguiente a las elecciones.

¿Y si el 14 M se hubiera realizado el referendo reeleccionista? A esta hora el país estaría sumergido en una profunda incertidumbre y estarían lanzando suspicacias contra el presidente, por motivar un fraude a su favor. De haberse consultado la segunda reelección, la demora no sería culpa del liberal Carlos Ariel Sánchez sino de Álvaro Uribe Vélez, respaldado por esa empresa paisa que quiere mantener en el poder a uno de la región. Es más: todo el retraso sería consecuencia de la corrupción del gobierno que mediante un enorme fraude, orquestado con las autoridades electorales, habría querido establecer a Uribe como dictador y presidente vitalicio.

Si la catástrofe del 14 de marzo avergüenza, esta situación con el referendo en medio, hubiera sido suficiente para deslegitimar la tercera candidatura de Uribe a la Presidencia. Lo grave es que la ciudadanía ha perdido la confianza en una entidad que tradicionalmente había sido símbolo de eficiencia y coordinación. Esa desconfianza surgirá, con consecuencias imprevisibles, el próximo 30 de mayo.

Sin embargo, la catástrofe es mucho peor de lo que se piensa. Además de la incertidumbre y profundización de la división al interior del Partido Conservador, el fiasco arrastra el prestigio de dos empresas: EPM y Sistemas y Cómputo S.A. Une, como marca de EPM está en medio de la tormenta y ciertamente tiene una alta cuota de responsabilidad en la debacle del domingo. Eso seguramente afectará no solo la imagen corporativa sino el desarrollo de los negocios que ha emprendido EPM en Colombia y en el exterior.

El nombre de Sistemas y Cómputo S.A. lo manchó el propio registrador Sánchez, al justificar la cancelación del contrato en unos supuestos procesos judiciales contra la empresa, lo que llevó a la compañía a entablar una acción judicial contra Sánchez por delitos contra el buen nombre.

¿Y qué pasará con los 50 mil millones de pesos de diferencia entre el contrato con Sistemas y Cómputo y Une? ¿Eso no es detrimento patrimonial? ¿Y el daño a la democracia colombiana, cómo lo va a resarcir?

AL CIERRE: El jefe de Carlos Ariel Sánchez, Rafael Pardo, ya le está lanzando salvavidas a su subalterno, utilizando cortinas de humo muy típicas de aquellos que se sientan a manteles con Piedad y que acogen con regocijo, el atípico resultado de Honorio Galvis en Santander. Por algo Horacio Serpa, otro liberal, está incurso en una investigación por su participación en política… ¿Será que volvió a transportar, como en los tiempos de Samper y el cartel de Cali, cajas repletas de dinero, esta vez provenientes de Venezuela? Es que vaca ladrona no olvida el portillo.

Por Jaime Restrepo.

8 comentarios:

D. dijo...

Eso no es nada. Ya hasta la empresita que Une subcontrató (Arolen) está inventando excusas ridículas e inaceptables para tapar el fracaso.

Atrabilioso dijo...

D:

!Qué horror! Hombre, pasan las horas y surgen cosas mucho más graves. Mientras tanto, el cínico Sánchez asegura que él no hizo nada malo y que todo le salió perfecto.

Un abrazo.

Atrabilioso dijo...

Esto es genial: César Julio Valencia Copete con Rodrigo Escobar eligieron al Registrador Nacional Carlos Ariel Sánchez, quien estaba incurso en un proceso judicial... !Otro "acierto" de los togados prevaricadores!

Anónimo dijo...

Es un peligro que ese señor siga en su puesto, mas adelante los intereses políticos que lo eligieron pueden prestarse para un fraude ¿o es que ya no se presento? Es posible que el Partido Liberal perdiera curules y artificialmente la mantuvieron y el PDA haya perdido más de las que se dicen que perdió y los del centro electoral le hayan perdonado la vida.

Atrabilioso dijo...

ANÓNIMO:

La catástrofe del 14 M opera como un fraude, se ve como un fraude y sus resultados parecen un fraude... esto es un golpe durísimo a la democracia.

Un abrazo.

Miguel dijo...

He decidido convertirme en lector fiel de Atrabilioso, no por que comparta su visión de la política, sino precisamente por no querer tener sesgos ideológicos.

Me he dado cuenta que no hay nada más peligroso que creer que se tiene la verdad absoluta. Y hay muchos en la derecha e izquierda que tienen esa posición.

Miguel dijo...

Yo resulté elegido como uno de los jurados de votación y definitivamente quede decepcionado con el trabajo de la Registraduría.

Es una lástima, por que debería ser una institución seria.

Atrabilioso dijo...

MIGUEL:

La negligencia de la Registraduría para capacitar a los jurados fue uno de los factores que influyeron en esta catástrofe. Es que algunos podían depositar cuatro tarjetones y contabilizarlos bien, e inscribirlos en las planillas, requería alguna capacitación.

De igual forma, de los jurados experimentados, que se habían capacitado por su cuenta, se tienen múltiples quejas por costreñimiento al elector.

Esto es un caos, y lo sorprendente es que el presidente del CNE reconoció anoche el fraude del 14 M.

Estoy preocupado por las elecciones del 30 de mayo... no confío ni en el Registrador como garante, ni en los resultados que entregue ese día.

Un abrazo.