Los resultados de la última encuesta de Gallup indican que el pesimismo que se viene apoderando de los colombianos podría ser el síntoma de una grave enfermedad: el comportamiento errático de los líderes políticos del país frente a la seguridad y defensa de la nación.
Aunque el gerente de Gallup explica el pesimismo en las consecuencias de las dos recientes temporadas invernales y en el destape de supuestos casos de corrupción, tales justificaciones no alcanzan. Ciertamente, las inundaciones y los miles de damnificados son situaciones que afectan el ánimo de los ciudadanos. Sin embargo, en el tema de la corrupción, los colombianos deberíamos estar felices por las ollas podridas que se vienen destapando en todo el país… ¿o no?
Todavía no he tenido la desgracia de conocer a alguien que sienta tristeza y juzgue de manera desfavorable el hecho de que capturen y procesen a un ladrón que lo asaltó. ¿Acaso los colombianos nos alegramos cuando procesan al asaltante que nos robó el celular, pero cuando el delito es gigante, asumimos una posición emocional opuesta y nos inunda la desazón? Las evidencias existentes, en cuanto al individualismo y la desidia del colombiano indican que, a lo sumo, los problemas colectivos le importan poco, pues en caso contrario, acudirían masivamente a las urnas, o a las asambleas de copropiedades, o a las rendiciones de cuentas de los gobernantes.
Los únicos ciudadanos que sienten un profundo pesimismo cuando procesan a un victimario, son aquellos que tienen claro que el capturado no es el delincuente que lo victimizó. ¿Será que los colombianos sienten que en el mar de escándalos mediático-judiciales que se han suscitado en las últimas semanas, en la lista de responsables no están todos los que son, ni son todos los que están? ¿Será que los ciudadanos perciben que existe una persecución política inclemente que desembocará irremediablemente en la injusticia?
Otro dato que demuestra la desconexión entre pesimismo y corrupción, es la favorabilidad del actual presidente: aquel que es presentado por los medios como el adalid de la lucha contra la corrupción, vendido incluso como el coordinador de las investigaciones —así lo dijo un líder de opinión al referirse al reciente escándalo relacionado con los recursos para la salud—, sólo podría subir en la favorabilidad por ser la cabeza de la cruzada contra la corrupción. Sin embargo, Santos bajó 11 puntos porcentuales en su índice de favorabilidad, con respecto a la encuesta Gallup de octubre de 2010. Entonces, si el pesimismo tuviera su génesis en la corrupción, los ciudadanos verían positivamente a quien lidera la batalla en su contra… pero eso no está pasando.
Otros datos de la encuesta, que ofrecen pistas sobre las verdaderas causas del pesimismo nacional, son los que arroja el sondeo en Bogotá. Según la encuesta, los bogotanos son los más pesimistas de Colombia. Para Jorge Londoño, gerente de Gallup, esto se debe a los efectos del invierno en la capital y a los escándalos de corrupción que se siguen conociendo.
De igual forma, en Bogotá, la favorabilidad de Santos pasó del 72 % al 66 %: Si el asunto se relaciona con la corrupción, ¿por qué perdería puntos el presidente en la capital, siendo que el escándalo se relaciona con la “oposición” y no con gente del gobierno nacional?
Nadie puede restarle importancia al tema de la corrupción. Sin embargo, por ser un mal endémico, más allá de la alarma por los escándalos, la situación no se debería reflejar, de manera tan contundente, en el estado anímico de los ciudadanos.
Mucho me temo que el pesimismo de los colombianos va por otro lado: la percepción de inseguridad y la convicción de que se frenó el avance para combatir al terrorismo. El caso de Bogotá es emblemático: la percepción de inseguridad es la más alta en el país, lo que unido al incremento de la actividad delincuencial, da como resultado el aumento del pesimismo en los capitalinos, al punto de ostentar el “honroso” primer lugar en el índice de pesimismo del país.
De igual forma, en el plano nacional, la encuesta Gallup señala que el bajo nivel del estado de ánimo en el país (54 %) no se registraba desde 2002, al término de la administración Pastrana. ¿Cuál era el factor que incidía en el pesimismo? No era la corrupción, pues en aquel momento los medios solo publicaban la resignación por el fracaso de la zona de despeje y no mencionaban ningún escándalo de corrupción.
Por lo anterior, podría decirse que el motivo para el pesimismo de 2002 es el mismo de hoy: la percepción de que algo anda mal en materia de seguridad y que el gobierno está permitiendo el avance del terrorismo, pues buena parte de ese pesimismo se desprende de la ausencia de confianza y de la falta de liderazgo para garantizar la vida, honra y bienes de los ciudadanos.
7 comentarios:
Percepción de inseguridad e inseguridad son dos cosas distintas.
La respuesta es mas contundente: para la mayoria de Colombianos Santos creo una rotura con el Uribismo. Si Santos no es chicha ni limonada ¿que es? La gente se esta preguntando que tipo de Gobierno es este. En caso de Gobernabilidad se esta en el limbo por que los Colombianos aun desconocen quien o que los gobierna, si Santos creo una rotura con el gobierno anterior nadie sabe con esaptitud a que se le esta apostanto y ese hecho trae isertidumbre desconfiansa mas presisamente pesimismo.
El pesimismo es fruto de la osadia de Santos de gobernar con una agenda agena a la que le hizo ganar las eleciones, no le busquen mas pelos blancos al gato negro.
MIGUEL CORTÉS:
Dice el post: "La percepción de inseguridad es la más alta en el país, lo que unido al incremento de la actividad delincuencial, da como resultado el aumento del pesimismo en los capitalinos, al punto de ostentar el “honroso” primer lugar en el índice de pesimismo del país".
¿No es clara la diferencia entre percepción e inseguridad?
CURTABADOR:
Justamente el tema que usted comenta es el abordado específicamente en la percepción sobre injusticia, zona de despeje, desidia frente al terrorismo y nuevas alianzas con los enemigos del Estado colombiano.
Todo eso, como usted señala, es consecuencia de la percepción de que existe una doble agenda en el gobierno nacional.
Saludos.
Atrabilioso:
Pues no, usted no da cifras ni cita ninguna fuente donde diga que la inseguridad haya aumentado.
La percepción de inseguridad, eso es otra cosa y pienso que esta sobre-dimensionada.
MIGUEL CORTÉS:
Lamento que le resulte difícil reconocer que efectivamente estoy diferenciando percepción e inseguridad. Tampoco debería dar cifras, o aportar enlaces, pues ese no es el asunto central del post.
En cuanto a las cifras, la percepción no es gratuita, de acuerdo con la última encuesta del
Observatorio de Seguridad de la Cámara de Comercio de Bogotá. De hecho, el informe señala que se ha registrado un importante aumento en la victimización en el último año al pasar de 36% en el primer semestre de 2009 a 45% en el mismo período de 2010.
Publicar un comentario