Por Jaime Restrepo Vásquez.
El cuento de la joven envenenada que necesita de un príncipe para despertar y ser feliz, le sirvió a la embajada de los Estados Unidos para revelar la visión íntima del conflicto colombiano.
Así lo demuestra la publicación de Wikileaks sobre los máximos cabecillas de las FARC. A ‘Tirofijo’, la Embajada lo llamó Blanca Nieves y los cuatro enanitos eran ‘Alfonso Cano’, ‘Raúl Reyes’, ‘Timoleón Jiménez’ e ‘Iván Márquez’. ¡Qué dulzura! Comparar a la cúpula terrorista con un cuento infantil demuestra la ignorancia de los Estados Unidos sobre lo que representan las FARC, alimentada, es obvio, por los áulicos del terrorismo, que describían a los jefes de la organización como individuos siempre dispuestos a negociar.
Sin embargo, esa visión romántica de los cabecillas terroristas no es un invento estadounidense: de hecho, un cable fechado en julio de 1992, en el que se menciona a alias ‘Alfonso Cano’, señala lo siguiente:
"Algunas fuentes nos han informado de que Cano es un consumado diplomático, que nunca pierde el control de sí mismo, siempre elige sus palabras cuidadosamente. Todo el mundo está de acuerdo en que Cano es el catalizador más activo para lograr un fin negociado de la insurgencia. Cano comprende que la insurgencia está derrotada políticamente, aunque aún no lo esté militarmente. Él sabe que la lucha armada no tiene futuro, ni él tampoco lo tiene en la lucha armada".
Estoy seguro de que muchas de esas fuentes hoy forman parte de Colombianos por la Paz, e incluso estoy seguro que en la actualidad, son prestigiosos miembros de la Unidad Nacional. Son esas fuentes, con su discurso lleno de conveniencias y complicidades, las que hicieron que el país creyera en la posibilidad de la “salida política y negociada al conflicto”, lo que se materializó en la funesta zona de despeje de San Vicente del Caguán.
Es que la información contenida en el cable reproduce el discurso “pacifista”, tan de moda en aquellos tiempos y que por desgracia, ha recuperado su vigencia. En el cable se dice que “todo el mundo está de acuerdo” en que alias ‘Alfonso Cano’ es la mejor opción para lograr un fin negociado de las FARC. ¿Todo el mundo? Evidentemente esto se refiere a aquellos que tenían acceso a la cúpula de la Embajada, como los representantes del gobierno de César Gaviria y los que estaban a punto de posesionarse en el gobierno de Ernesto Samper. Pero en esa lista de “todos” hay que incluir a los directivos de los medios de comunicación más importantes y a la cúpula de las Fuerzas Armadas de Colombia.
Era tal el entusiasmo por la negociación, que lo políticamente correcto era participar en la coral de los elogios al “diplomático” Cano, describiéndolo como un pobre hombre atrapado en la lucha armada en la que sabía que no tenía futuro... salirse de ese discurso era asumir una posición "guerrerista" y enemiga de la paz.
Así las cosas, “todos” los chismosos y lagartos que se acercaban a la Embajada de los Estados Unidos, prácticamente mostraban a 'Cano' como una víctima del conflicto, y del “diablo de los 40”, al que la Casa Blanca debería dar una oportunidad para hacer el tránsito a la política y alejarlo de la cotidianidad de la guerra en el monte:
"Cano puede estar sufriendo la crisis de los cuarenta y tal vez teme que se pueda pasar el resto de su vida como un guerrillero. A él le gustaría hacer algo más antes de que sea demasiado tarde. [...] Le gustaría probar su suerte en política, pero está atrapado en la insurgencia. El Gobierno preferiría negociar con Cano antes que con cualquier otro miembro de la guerrilla".
Es interesante la última cita del cable, pues indica que César Gaviria y sus muchachos (Santos, Pardo et al.) preferirían negociar con ‘Alfonso Cano’, por considerarlo un cuarentón diplomático y fastidiado con la vida en el monte. Ahora, 19 años después, estamos presenciando la misma convicción en el actual gobierno y los que en aquel momento eran fuentes gubernamentales, hoy ejercen una enorme influencia en la Unidad Nacional.
Dice El País: “Guillermo León Sánchez Vargas, alias Alfonso Cano, nacido el 22 de julio de 1948 en la capital del país, era retratado en el telegrama como un líder ideológico proveniente de la Universidad de Antropología de Bogotá, "de donde salieron los mejores cerebros de la izquierda colombiana".
Ojalá no haya sido deliberado el error de la Universidad de Antropología, aunque la malicia me lleva a pensar que es un burdo intento por sacar del escenario a la Universidad Nacional —en donde ‘Alfonso Cano’ estudió Antropología— para evitarle el deshonroso atributo de ser la fuente de los “mejores cerebros de la izquierda colombiana” y, como lo evidencia la presencia de ‘Cano’ en las FARC, una fábrica de terroristas cuyo único ánimo es la negociación política como premio a sus crímenes.
Sin embargo, el enano negociador del particular cuento infantil de la Embajada de los Estados Unidos, es mostrado como un “universitario” con quien se puede negociar:
"Cano nunca había comandado un frente guerrillero. […] Era el mejor y más brillante de las juventudes del Partido Comunista que el partido envió a las FARC en los ochentas para proporcionar a la guerrilla asesoramiento político. [...] Sin embargo, su intelecto superior, combinado con su falta de capacitación militar y con el hecho de que es un educado chico de ciudad en una guerrilla campesina, lo ha llevado a convertirse en un portavoz/negociador/diplomático de la insurgencia, antes que en un líder".
¡Qué fuentes tan predecibles! El universitario ‘Cano’ es un tipo con un intelecto superior, egresado de la Nacional, educado en la ciudad, y por lo tanto es a él a quien le corresponde el sitio de portavoz y negociador en unos diálogos de paz. En el imaginario de los entusiastas de la paz forajida, esa es la descripción de los que deben acceder a una mesa de negociación en representación del terrorismo. Son esos, los universitarios y no los palurdos, los únicos que pueden conducirnos a una "paz" duradera, pues los combatientes del monte solo merecen un reconocimiento por sus habilidades camaleónicas, como se evidencia en la descripción que hacen de ‘Manuel Marulanda’:
"Marulanda tiene muchas caras. Es un campesino, un guerrillero, un comunista, soldado, político, todo envuelto en uno. Es un campesino sin formación. No tiene ambiciones políticas ni ninguna ambición política para después de la insurgencia. No tiene ni una gran visión de Colombia ni una agenda específica. El no sabría precisar para qué está luchando".
En el cuento infantil sobre la tragedia colombiana, Blanca Nieves (‘Tirofijo’) es un palurdo sin visión política ni agenda específica que no sabría precisar el objetivo del terror que diseminó por todo el país. Por eso no se puede contar con él para una negociación, pues sus ambiciones políticas son escasas, mientras que las de los universitarios son enormes y bien estructuradas.
Ocho años después, en plena zona de despeje y con las FARC como protagonistas de una escalada militar y terrorista sin antecedentes, la Embajada de los Estados Unidos sigue reproduciendo la visión del pobre cuarentón de la Nacional, como esperanza para la negociación: "Mientras Cano habla de política, Jorge Briceño, alias el Mono Jojoy, habla de guerra".
Ya entrado el siglo XXI, en 2008, los cables de la Embajada padecen una profunda transformación, pues sus fuentes han cambiado y por ende, la visión de un ‘Cano’ negociador y controlado se esfuma para abrirle paso a una descripción más aproximada a lo que representa el monstruo que comanda a los palurdos del monte de las FARC:
"El encargado del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, nos dijo el 30 de mayo que la muerte de Marulanda no llevaría a ningún proceso de paz en el futuro cercano. Cano es un 'ideólogo lenilista' que fundó el Partido Comunista Colombiano Clandestino y el Movimiento Bolivariano. A corto plazo, necesitará consolidar su posición y no le será posible mostrar ningún signo de debilidad. De hecho, Restrepo dijo que Cano puede provocar una ofensiva militar para mostrar que él está al mando".
Como los pacifistas forajidos de los años noventa han recuperado el poder, con ellos se ha rencauchado la intención de mostrar a las FARC como un grupo terrorista con el que se debe negociar y cuyo máximo comandante es un universitario con quien se puede hablar y lograr una “solución política y negociada del conflicto”.
Durante el gobierno Uribe se consiguió dejar a la luz el tinglado de las FARC y de los entusiastas de la negociación. Por desgracia, esa aproximación fue temporal y el ungido de Uribe ha permitido que se retome la venta falaz del pacifismo “altruista”.
5 comentarios:
Atrabilioso:
...lo ideal,seria que jamas se hubiera publicado Wikileaks, pero es un hecho, un gravisimo delito cometido por un militar que copio documentos secretos para hacerlos publicos, delito que le acarreara tremendas consecuencias.
Los informes transmitidos de la Embajada de USA en Colombia al Departamento de Estado, se redactaron en terminos coloquiales, sin guardar protocolos ni formulismos, el personal "entendia" a la maravilla su propia jerga, algo usual cuando esta amparado por la confidencialidad, de la misma manera en oficinas y demas sitios de trabajo entre el personal subalterno suele conocerse a los jefes con nominaciones o comparaciones que entienden de maravilla los compa~eros de trabajo, pero que escandalizarian y hasta consideraria un irrespeto el personaje aludido si una indiscrecion llegara a alertarlo, mas de uno haria el "oso" y no dude que habria mas graves consecuencias, el gerente o mandamas podria ser el "ogro" el vice podria ser el "sapo" y la diligente y coqueta secre podrian llamarla "mariposona", asi que no es de escandalizarse por esa forma de comunicarse entre ellos.
La salida política y negociada al conflicto, me parece no fue el resultado de sugerencias, fue mas bien una opcion casi obligada en aquel tiempo, una gerrilla a la ofensiva,narcotrafico en violentas acciones, politica revuelta,gobiernos debiles,las grandes ciudades practicamente cercadas por los terroristas, una fuerza militar desubicada, una sociedad harta de violencia, demoralizada y pesimista , eso lo conocia la Embajada aun sin necesdad de lagartos, con solo ver los noticieros y leer la prensa era suficiente para darse perfecta cuenta de lo que sucedia en el pais, de que otra manera podia explicarse en el exterior esa confusa situacion de Colombia?, este asunto hay que tratarlo de acuerdo a la epoca en que sucedio, no desde el punto de vista de hoy.
...el que usen personajes de cuentos infantiles, es algo baladi, acaso no llaman 'Tio Sam", a los Estados Unidos de America?...
...de nuevo en la base, me fue bien en la pesca , muy buenos y abundantes blue fish, las truchas, muchas pero peque~as, regresaron al mar...
saludos
exelente su articulo.
Atrabilioso:
A Wikileaks se le ha dado una importancia que no tiene, llega a chocar tal vez por lo irreverente al tratar ciertos asuntos y personajes, pero si analizamos las situaciones desapasionadamente, podremos ver que los mensajes reflejan la inestabilidad e incertidumbre que reinaba en cada una de las epocas a que se refiere y lo desubicados y confusos que estaban los personajes que informaban a la Embajada,el deber era transmitir esas diversas versiones para que el Departmnto de Estado conociera, analizara y archivara los datos, sin imprtar que fueran chismes de costureros politicos o sesgadas versiones de los aconecimientos para futuros estudios.
Recordemos que lo que hoy son las farc, se iniciaron con un "blancanieves" o Tirofijo inculto, que con unos cuantos hombres mal armados se defendian de una tenebrosa violencia politica oficial, se imagina al cotejar informes en el Departamento de Estado la tremenda confusion acerca de la violencia en Colombia?, lo interesante seria conocer los "cables" que enviaba la Embajada para informar sobre esta caotica situacion en esa oscura epoca de nuestra historia....
saludos
Atrabilioso:
no debemos ofendernos porque la Embajada Americana y el Departamento de Estado de USA hagan analogia de personajes y situaciones con cuentos infantiles, fijese bien , actualmente los colombianos VIVIMOS un tierno cuento de infantes, aunque tragico para nuestra Colombia, vivimos el cuen to de Pinocho, mire la nariz de nuestro mentiroso en jefe y luego nos cuenta...
un saludo
SIMPLICIANO:
Creo que el lenguaje que se utiliza, precisamente por presumir que es confidencial, demuestra con crudeza, la visión que se tiene de una situación. Además, eso resulta confirmado con la participación activa del gobierno Clinton en la zona de despeje. No nos engañemos: a su manera, la Embajada y el gobierno norteamericano veían a las guerrillas con romanticismo y por eso era necesario negociar con ellos.
¿Y por qué veían así a las FARC? Por las fuentes, por el ambiente y por la percepción que tenía la ciudadanía de un problema entre románticos palurdos y militares desalmados. Así las cosas, JAMÁS me molestaré por la información que envía la Embajada a su gobierno, pues es el resultado de los datos que le suministran y que puede recoger en reuniones, revisión de medios y comentarios gubernamentales. La posición de Estados Unidos, a mi juicio, fue: ¡Ah, 'Cano' es Robin Hood! ¿Qué quieren hacer con sus muchachos? OK. Entonces negocien. En otras palabras: no intervenimos, ni imponemos nada... ¡Hagan lo que se les de la gana! Esa es una posición muy demócrata, propia de esos años.
En cuanto a las fuentes, el mismo cable precisa que de ellas venía la información y en una parte señalan que son fuentes del gobierno.
Un abrazo y me alegra mucho la pesca.
SIMPLICIANO:
Olvidé disculparme por no responderle a tiempo... Cada vez surgen más cosas y los minutos se acortan.
Una disculpa.
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